A mala fe

4 de Noviembre del 2011 - Juan Carlos Suárez Laruelo (Noreña)

Soy un ciudadano que trabaja en una empresa de Oviedo. En dicha empresa ejerzo una labor comercial, motivo evidente que me obliga a movilizar un vehículo constantemente. Considero Oviedo una ciudad confortable y relativamente fácil para circular, sobre todo si la conoces, y procuro contribuir al civismo colaborando en la medida de lo posible a cumplir las normas aparcando bien, no utilizando el claxon, siendo lo más prudente posible, moviendo el vehículo por el centro lo mínimo…; asimismo, considero que hay zonas en la ciudad más tranquilas y más abiertas, zonas nuevas con muchas obras y en las que hay que tener mucha más flexibilidad con el conductor y a esto me quiero referir.

El día 3 de noviembre y aproximadamente a las 10 de la mañana aparco en una calle de Montecerrao para mirar una obra, una calle tranquila y abierta, con una visibilidad total y al lado de una pradera con cuatro carriles, aparco evidentemente y reconociéndolo encima de una raya amarilla, pero una raya amarilla con trampa, pues es la típica que pisa todo el mundo y al final de una recta, totalmente despejada, llena de coches en el arcén y sin trascendencia para la circulación. Estoy plenamente convencido de que dejando mi vehículo 25 días en ese lugar hubiera pasado desapercibido y es cuando en aproximadamente 17 minutos salgo de la obra y observo que me falta la furgoneta suponiendo lógicamente que me la ha llevado la grúa. Esto es lo que quiero denunciar, la forma y la manera de actuar perversa y a mala fe del agente n.º 8616 que ejercía su trabajo esa mañana. Este señor sabe sobradamente que ese es un lugar en el que caen en la garduña todos los días muchos vehículos, puesto que cuando yo llegué al sitio ya estaba ocupado. Invitaría a cualquier lector a que me acompañara a dicho lugar para así comprender perfectamente mi indignación ante tal atropello, esto me trastocó los planes de todo el día obligándome por imperativo legal a pagar 80,00 euros de arrastre y la correspondiente multa. Lo que me indigna de este agente y de sus mandos es que no les importa Oviedo, ni las empresas de Oviedo que llevamos generando actividad y riqueza durante más de 75 años como es ésta a la que pertenezco, sólo les importa recaudar a base de lo que sea en un momento especialmente difícil para todos (así es como nuestros gobernantes contribuyen al empleo). Soy consciente de que tiene que prevalecer un orden, y soy el primero que detesto a los caraduras que atraviesan sus vehículos en doble fila o que invaden un vado o aparcan en un carga y descarga en calles céntricas impidiendo que la gente que trabajamos aparquemos con facilidad…, pero también soy consciente de que en mi caso podian haber levantado la mano y facilitar un poco la tarea del día a día. Si ya no nos podemos fiar de nuestros políticos y tampoco de nuestros agentes de la autoridad, que Dios nos coja confesados y sálvese quien pueda, pues intuyo, queridos lectores y ciudadanos de Oviedo, que tenemos al enemigo en casa. Aunque esta carta no sirva para nada (ya estamos acostumbrados), por lo menos que no nos tomen por tontos.

Juan Carlos Suárez Laruelo, Noreña

Cartas

Número de cartas: 46049

Número de cartas en Septiembre: 153

Tribunas

Número de tribunas: 2086

Número de tribunas en Septiembre: 8

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador