SEPEPA, no son sectores, son tecnologías.
El servicio público de empleo se enfrenta a un gran reto: observar, orientar, formar e intermediar entre empresas y demandantes; y lo de menos será fichar. El demandante deberá ser orientado hacía la actividad que mejor se le adapte para su progreso y también el de Asturias, donde pretende quedar. ¿Dónde estaba Asturias industrialmente hace treinta años y dónde está ahora? Desde aquel SEAF (primer Servicio de Empleo y Acción Formativa) se han cometido muchos errores y el principal de todos el dejar que sus funciones las realizaran otras instituciones colaboradoras que igual, ahora, tras treinta años de fracaso, pretenden encima aconsejar. El SEPEPA debe recuperar sus funciones y responsabilizarse de su realización, no subcontratarlas.
Lo que las empresas necesitan en un mundo tan dinámico, son destrezas cognitivas que se conviertan en operativas con la experiencia formativa en los puestos de trabajo, cumpliéndose así la instrucción en alternancia con la formación profesional permanente ocupacional: una formación que, más allá de la FP inicial, fue creada por la observación en el campo de las ocupaciones que configuran los puestos de trabajo de las empresas, previendo la evolución que sufren las tecnologías en el mundo. No podemos ser endogámicos, debemos traer el conocimiento de donde surja para hacerlo nuestro. ¿Cómo formar toda esa estructura del conocimiento? Pues formando Redes Tecnológicas (RT) a modo de cluster formativos del conocimiento. ¿Quiénes conformarán las RT? Pues inicialmente serán los discentes que en busca de empleabilidad estarían siendo evaluados y formados en destrezas operativas por instructores experimentados en los propios puestos de trabajo de las empresas. Luego, ya aguas arriba, se encontraría al instructor de FP permanente ocupacional que previamente instruyó a esos discentes en las destrezas cognitivas en un aula taller de un centro de la FP para el Empleo. Una vez configurada esta RT básica de un instructor de la FP permanente y los instructores en el puesto de trabajo de las empresas, más aguas arriba nos encontraremos con una «Agencia de Desarrollo» en esa especialidad tecnológica coordinando todas las RTs básicas. Una Agencia de Desarrollo en la que será participe la Universidad y las empresas del cluster formativo.
¿Quién puede ser instructor de FP permanente ocupacional? Obviamente debe provenir de la experiencia en la empresa y ser un profesional en dicha tecnología y, para que haga entrega desinteresada de sus conocimientos, deberá sentirse seguro y confiado de que la institución formativa a la que pertenece no le abandonará poniendo en peligro su futuro. Dicha institución deberá preocuparse y lograr su permanente actualización profesional con empresas matriz de la tecnología (aquellas que la crean y rediseñan) no con las que la usan, ya que éstas últimas serán sus clientes. No sería tanto una cuestión económica como una actividad de emprendedor social como la de funcionario. ¿Es esto lo que se ha venido haciendo hasta ahora? No, sino todo lo contrario, se ha perseguido a los instructores docentes de la FP permanente ocupacional negándoles el propio reconocimiento docente y declarándoles a extinguir.
Empresas y empresarios, el mundo ya no es el de los secretos tecnológicos a guardar, sino el de las capacidades a adquirir rápidamente por medio de su personal, fijándolas a la empresa haciendo estable al mismo. Si no ven que se debe ir hacia el conocimiento, la cooperación y la creatividad innovadora: fracasarán. Sólo colaborando y exigiendo al Estado el aprendizaje permanente podrán ganar el reto al futuro y del mercado exterior. Y, por favor, que alguien acepte ya la secuencia formativa: FP inicial, FP permanente ocupacional y FP en la empresa.
[Si alguien quiere saber que puede ser una Agencia de Desarrollo, consulte ADEPA (Agence nationale pour le Developpement de la Production Automatisée)]
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