Frustración
Como puede haber empatía entre un político en activo, o cualquier otro ciudadano que, hoy por hoy tenga cubiertas sus necesidades económicas, ya sea con un sueldo seguro a final de mes o cualquier otro ingreso en la actividad económica, y un frustrado parado de larga duración.
Aquel día que, le segaron su ininterrumpido puesto de trabajo durante más de veinte años; que, él, cumplidor hasta la médula, no falto ni un minuto. Aquel día que, le hicieron perder toda esperanza, con la frustración por bandera. Aquel día que, fue considerado un bicho raro por estar parado y tener más de cincuenta años. Aquel día que, privado de toda esperanza, dejó de creer en las falsas promesas anunciadas por aquellos, en el que (otro día más) confió su voto, haciéndole ver una rendija de luz Aquel mismo día comprendió todo. Este país, es un país decepcionante, donde la vanidad, la envidia y las diferencias sociales campan a sus anchas, formando parte del deporte nacional.
Para todos aquellos que piensan que los parados son la peste de un país, y que por lo tanto, las prestaciones, como los subsidios por desempleo, deberían ponerse encima de la mesa para sus recortes, o desaparición, a estas personas, les recomendaría una recarga importante de humanidad.
Aquel mismo día que la prensa comunicaba:un pobre parado de larga duración, decidió quitarse la vida debido a su frustración la tasa de paro disminuyó.
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