La bula del señor Reinares
Leía hace unas semanas, en un medio asturiano, unas palabras del señor Jaime Reinares en las que decía que el Ayuntamiento somos todos. Al principio me reí porque me parecía un chiste (malo), pero terminé pasando de la risa a la indignación. Me vino a la memoria aquel eslogan que había hace años: Hacienda somos todos. Ayuntamiento somos todos pero sólo para lo que les interesa, lo mismo que ocurre con Hacienda que, a la hora de cobrar, anda rauda y veloz, pero cuando tiene que devolver la declaración de la renta se atecha y te despacha con un se le ingresará pronto.
Pero no quiero desviarme de la indignación que me ha causado el señor Reinares que, en comparación, es incluso superior al cabreo que nos provoca Hacienda a la inmensa mayoría de españoles. El señor Reinares, quien ahora proclama que el Ayuntamiento somos todos, pretendía que pagáramos no se cuanto más por la grúa el año que viene, por la recogida de las basuras, por el agua. Claro, él no lo notaría, él tiene bula porque si le lleva el coche la grúa sólo tiene que llamar para que no le cobren. Además, gracias a los millonarios sueldos que se mete en el bolsillo y a los favores que consigue por ocupar un puesto en el Ayuntamiento de Oviedo, le resultaría mucho más sencillo pagar las basuras, el agua, etc.
Y mientras mi indignación aumenta según escribo estas líneas, me viene a la cabeza una situación, cuanto menos curiosa, ocurrida hace unas semanas durante los Premios Príncipe de Asturias. Mientras que el resto de los concejales acudían solos al Teatro Campoamor, el señor Reinares aparecía acompañado de su mujer. Llamémoslo bula, manga ancha, enchufe o lo que se quiera. Está claro que en ese momento Jaime Reinares no pensaba que el Ayuntamiento somos todos, para eso Jaime Reinares es único y por eso se llevó a su mujer a un acto en el que iba como representante de todos los ovetenses.
En fin, ¡qué cara tiene usted!
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