La hiel que evito
Difícil reto el de callar cuando estos días aparece repetidamente en la prensa la foto de la serpiente en su jaula de cristal, sujetando con la espalda la losa de los supuestos sesenta años en la cárcel y chapoteando infame en aguas revueltas.
Recuerdo la risa desafiante que compartió en la misma pecera con su guapísima víbora durante otro juicio, cómplice orgullosa ella cuando se televisaba su minuto de gloria juntos.
Se sigue mofando de las víctimas, convencido de que le van a rescatar de la cárcel las otras hienas con sus huestes entrando en el Congreso dentro del caballo de Troya de la legalidad vigente.
Su señoría la juez valiente humaniza la escena llamándole lo más suave que le viene a la boca, consciente creo yo de que se están grabando sus palabras en un guiño de solidaridad con las víctimas.
Sólo de pensar que puedan ganar de nuevo el 20-N los presuntos faisanes que se pavonean de haberles derrotado, dando por bueno el comunicado de los tres enmascarados disfrazados de macabro Ku Klux Klan, se me hiela la sangre.
Para colmo, me encuentro en la red con el reportaje fotográfico de la nueva cárcel de Nanclares (Álava-País Vasco), preparada a todo lujo para el acercamiento de las serpientes no arrepentidas, instalaciones de alto diseño que recuerdan más un hotel de 5 estrellas y cuya reciente construcción resulta un tanto extraña dada la actual crisis económica a todos los niveles.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo