Votaciones
Votaría a alguien que tuviese conciencia de lo que promete, es decir, que no se engañase a sí mismo prometiendo cosas que él mismo sabe que son irrealizables. Todos los partidos políticos, que se presentan a las elecciones, saben de sobra en qué situación se encuentra la economía nacional.
Pero todos dicen tener una varita mágica para solucionar el problema, después si no lo consiguen con echar la culpa a sus antecesores y la poca colaboración salen por la puerta de escape, pero, eso sí, con un futuro económico sin problemas.
Sería mejor que uniesen sus varitas (quiero decir las mágicas) y sus brillantes ideas para que entre todos y, sin necesidad de insultarse y criticarse, es decir, con un diálogo digno de una democracia, llegasen de una puñetera vez a un acuerdo para levantar al país, o la nación, con este lío ya no sé cómo lo llamar.
También tenemos los anuncios de los partidos para que votes a su favor: «Rebélate», «Lucha por lo tuyo», «Únete al cambio». Se imaginan a todos los españoles rebelándose, luchando por lo suyo o intercambiando cosas entre sí.
Al señor Álvarez-Cascos le empieza a fallar la varita mágica. Ya tiene miedo a las elecciones. No sé si será miedo, ineptitud o inoperancia. Pero aquella promesa de convertir Asturias en Suiza no la tiene muy clara. A no ser que se refiriese a la competencia en quesos, que en eso sí que podemos ganar.
Si los políticos no dan ejemplo de unidad, qué puede hacer el pueblo.
José A. Suárez (Pope), Oviedo
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