¿Quién se beneficia de los botellones del Tartiere?
Nuevamente, los vecinos de La Ería hemos tenido que soportar durante diez horas del pasado viernes la música infernal de «ocho altavoces de 7.000 vatios» –dato éste que aporta la periodista E. Vélez en LA NUEVA ESPAÑA del 12 de noviembre– en un lugar, y estamos hartos de repetirlo, que por la forma de anfiteatro que tiene el aparcamiento del Carlos Tartiere amplifica aún más el sonido y llega a las viviendas colindantes en un número de decibelios insoportable (como ya lo han constatado las numerosas medidas hechas por la Policía Local e ignoradas sistemáticamente por el alcalde y concejal que autoriza esta clase de eventos y otros nocturnos).
Se quieren presentar como ingenuas fiestas de facultades, pero son negocios en toda regla, de donde sacar tajada y hacer caja.
Se benefician, por una parte, los alumnos, para irse de viaje de estudios a «la Riviera Maya o a Punta Cana», destino que han declarado.
Se benefician, por supuesto, las empresas patrocinadoras, que como bien señala el citado artículo periodístico, esta «Novena de Biología, en esta ocasión también llamada Matinée No Limit Festival, en honor de la organización que patrocinaba parte del evento...». Acuden donde huelen negocio y se les deja.
También se beneficia, por lo visto, la Universidad, con la venta del merchandising que ofrece en su tienda del edificio histórico y, como se puede leer en el citado artículo, «montones de camisetas, mecheros y mochilas, con cargo a la Universidad, se vendían a un módico precio; ocho euros por una camiseta y doce por lote completo», ¿la Universidad hace negocio de esta venta pública repartiendo las ganancias con los alumnos?, sorprendente.
Y ¿cuál es el beneficio oculto del Ayuntamiento para dar permiso a estos botellones a pesar de que la propia Universidad desde hace tiempo los tiene expresamente prohibidos en sus recintos para evitar la mala imagen?, y digo beneficio oculto porque algo habrá cuando los mantiene y potencia a pesar de las quejas de los vecinos por las grandes molestias que ocasiona tanto decibelio y de la penosa imagen de ver a numerosísimos adolescentes (menores de edad de los institutos que no sólo de las facultades) bajando por las calles adyacentes totalmente bebidos, sin contar los traslados al hospital (ocho como señala la citada noticia) y la degradación del lugar con todo tipo de olores...
Y se anuncia que dentro de quince días llega el siguiente botellón, esta vez el de Medicina, y qué ¿a seguir haciendo caja a pesar de todo?
Montserrat González Fernández
Oviedo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo