Réquiem por unas fiestas
Tengo 41 años, nací un 9 de octubre, y en todos estos años no asistí a unas ferias y fiestas de Santa Teresa más descafeinadas (por no decir otra cosa) que las de este año.
Todos los de mi generación, y no digamos los de las anteriores, recuerdan cómo todos los lunes se celebraba en Infiesto el mercado semanal de ganados; íbamos a la escuela los lunes y veíamos la plaza del ganado, pues eso, llena de ganado. Debido a la crisis paulatina del sector ganadero y a la aparición de mercados de ganados más importantes, el semanal de Infiesto desapareció. Este año, debido a la dejadez del Grupo municipal Socialista, el tradicional concurso de ganados también ha desaparecido y, como dije al principio, nos deja unas ferias descafeinadas. Ponen como excusa la falta de voluntad por parte de los ganaderos (qué facilidad tienen estos socialistas para echar la culpa a los demás), cuando en realidad se trata de que los premios que se tenían pensado dar eran poco menos que insultantes; me explico.
Presupuestan diez mil euros y pico en premios, pero sólo ofrecen sacos de pienso para los ganadores (250 sacos en total, exactamente). Si tenemos en cuenta que un saco de pienso sale al coste, entre 10 y 12 euros, pues hagan cuentas. Si se hubiesen mojado un poco, hasta los podían haber sacado gratis sólo por la publicidad, y dar dinero como otros años.
En el presupuesto para el concurso, ponen una partida de cinco mil y pico euros para la carpa (qué desfachatez presupuestar la carpa dos veces, pues es la misma que la del Festival de la avellana). Dinero que no hace falta presupuestar.
Según ellos, ninguna entidad bancaria de Infiesto daba dinero en efectivo para el evento (será mejor creerlo que averiguarlo).
Si a esto añadimos “su” negativa a la realización de un concurso nacional de cabra bermeya, pues apaga y vámonos.
El concurso en cuestión tenía un coste para las arcas municipales de cero
euros, sí, están leyendo bien: cero euros. Todo lo pagaba ACRIBER, que es la asociación de criadores de esta raza de cabras autóctonas. El Ayuntamiento sólo tenía que ofrecer un sitio y poner vallas a modo de “corralitos” para los distintos participantes. Ni dietas, ni transporte, ni premios, ni publicidad, nada se les pedía. En una moción de urgencia en el último Pleno (al que, por desgracia, no pude asistir) el Grupo Socialista vota en contra, alegando “falta de tiempo para solicitar subvenciones”. Señor mío, si no les costaba un duro, ¿para qué demonios quieren la subvención? (así nos va en este país). Yo alego que lo que no hay es voluntad política por parte del PSOE piloñés, igual que no la hay para otras muchas cosas.
Si se hubieran mojado movilizando a los ganaderos de Piloña (votantes suyos o no, que para otras cosas lo hacen), si se hubieran mojado (absteniéndose por ejemplo) en la votación a la moción de urgencia propuesta por el PP piloñés para la realización del concurso de cabra bermeya, y si se hubiesen mojado, contado con todos los grupos políticos representados en el Ayuntamiento, el concurso se habría realizado seguro y les feries serían como las de otros años.
El PSOE piloñés tiene un paraguas muy grande para cobijarse (¿o
esconderse?), cuando es el tiempo de mojarse por Piloña.
¿Cuántos chaparrones aguantará ese paraguas?
El Ayuntamiento de Cangas de Onís acogió el concurso de cabra bermeya, haciéndolo coincidir con el de la vaca casina, y fue todo un éxito, a pesar de que en el castañéu de Corao llovía, y vaya cómo llovía. He dicho.
Germán Rodríguez-Noriega
Concejal del PP en el Ayuntamiento de Piloña, Infiesto
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