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La larga historia del PSOE

29 de Noviembre del 2011 - José Viñas García (Oviedo)

Muchos hablan de PSOE como si fuera UPyD o Foro, surgidos a partir del resentimiento por personajes que como no les daban cargo en sus partidos crearon estos engendros. El PSOE se fundó con el propósito de representar y defender los intereses de la clase trabajadora, como principal objetivo, tiene más de 130 años de historia, el segundo partido socialista más antiguo de Europa, después del socialdemócrata alemán.

El Socialismo es un compromiso con la igualdad, con la libertad y con la justicia, y todo ello a través de algo muy importante: la democracia (Pablo C.).

Lo que persigue un buen socialista es que nadie sea tan rico como para poner a otro de rodillas ni nadie sea tan pobre como para tener que arrodillarse ante otro (Alfonso G.).

Cuesta interpretar que para muchos es mejor defender un sistema basado en la competitividad sin reglas ni límites, donde los débiles, enfermos, viejos, pobres, etcétera, no tienen posibilidades de sobrevivir. El libre mercado está muy bien pero con cierto control de los estados, o nos podría ocurrir que campando a sus anchas los especuladores manejen los mercados financieros llevándonos a todos a una crisis como la que padecemos. La competitividad es perfecta, para ricos, sabios, inteligentes, los que nacieron de buena familia y en un entorno de privilegio, los sanos, jóvenes y hermosos, pero ¿qué hacemos con sus antónimos? Los dejamos pudrirse, ¿es tan cruel toda la sociedad? Si así fuera estaríamos regresando a cientos de años atrás, donde imperaba la ley del más fuerte, ¿era justo? También buscaban para sobrevivir la competitividad con la fuerza bruta.

Cuando gobiernan los conservadores afloran sin ruborizarse aquellos que piden despido libre, recorte de salarios, que la Sanidad y Educación pública pasen a cofinanciarse por los usuarios, que desaparezcan los sindicatos y las coberturas de desempleo, que bajen los impuestos a los ricos, que ahorren los pobres, para que ellos tengan segura su inmensa fortuna. Es todo tan grotesco e insultante que son capaces, como decía Wilde, de aconsejar que coman menos a quienes se están muriendo de hambre.

Como ellos se pueden costear todo, incluso están más sanos porque comen mejor, ¡que les importa el resto! Por eso debe existir un partido Socialista, que cada cierto tiempo gobierne, y apruebe leyes que protejan a los más débiles, discriminados o maltratados, como las que sacó ZP: dependencia, violencia de género, igualdad, matrimonio homosexual, ayudas al alquiler de jóvenes, etcétera; qué cortitos somos, a que ya nadie se acuerda de eso, todos dicen de ZP poco menos que fue el culpable de esta crisis mundial, del paro y que era el cabecilla de los especuladores financieros e inmobiliarios; aun teniendo alguna responsabilidad, esas leyes de su primera legislatura serían para enmarcar dentro del buen hacer de cualquier gobernante.

Si todo vale para sobrevivir en este mundo: que quien tiene posibilidades económicas y capacidad mental para competir viva a cuerpo de rey; mientras quien no se pudra de hambre y miseria. Me permitirán decirles que esa brutal insolidaridad también deja presentir e imaginar que otros podrían competir de cualquier otra forma, como robando, distorsionando e incluso matando; cada cual usaría sus armas, unos la competitividad mercantil, otros la fuerza bruta, otros la astucia, otros desesperados cualquier disparate que en ese momento le fuera propicio, etcétera, ¿a que no sería un mundo seguro? Quienes nada tienen que perder no le pueden oprimir demasiado o la inseguridad ciudadana también formará parte de esa cruel sociedad competitiva, y sería tan lícita como la primera, ustedes roban, especulan, distorsionan y oprimen hasta dejar morir de hambre, muy sibilinamente otros lo harían más a lo bruto.

El Estado tiene que velar por que no existan personas o colectivos que por razones varias se queden discriminados o se puedan sentir inútiles en esta sociedad, en eso se basa nuestro Estado del bienestar: Sanidad, Educación y servicios sociales públicos. Y dando facilidades y oportunidades a todo el mundo, con una cobertura que abarque pensiones, becas, desempleo, etcétera. Tenemos todos que defender y mantener este Estado del bienestar, nos va en ello la tranquilidad de conciencia, el sentirnos seguros, dormir bien y, ¡caray!, el ser como somos la mayoría buena gente, que los pocos malos no manejen y amarguen nuestra existencia. Un saludo.

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