Sin remedio aparente
Qué profética es la frase de que los males nunca vienen solos. Una de las mejores pruebas de su acierto la podemos encontrar en lo que está aconteciendo con la nueva formación política de Foro Asturias, en la que, de forma bastante general, sus miembros parecen estar disputando una particular competición interna con la finalidad de conseguir el premio a la excelencia en el desatino. Dado que, a pesar del corto tiempo de existencia, ya acumulan males que empiezan a no tener remedio, y que cada vez queda más claro que ninguno de sus componentes va a pasar a la historia por sus aciertos, es bastante patente que están decididos a apostar, sin reservas, por lograr el trofeo a los despropósitos.
Por si fueran pocos todos los problemas que están creando en el Gobierno del Principado, todo induce a pensar que quieren extender la confusión y el desorden allí donde tengan presencia. El bochornoso espectáculo ofrecido por los ediles De Mesa y Caunedo en el Consistorio ovetense, después del accidentado Pleno del pasado 29 de noviembre, parece confirmar los peores pronósticos. No es que Caunedo sea lo que se dice un santo varón, pero en el caso de De Mesa, que pertenece a un partido que venía a regenerar la vida política asturiana y a dar ejemplo de estilo y buen hacer, el asunto adquiere tintes dramáticos. Su injustificable e imperdonable salida de tono, con un estilo zafio y barriobajero, unido a la trayectoria que viene siguiendo en su nuevo oficio de concejal jefe de la oposición y a sus recientes devaneos misóginos, lo colocan fuera de juego para continuar ocupando el cargo que ostenta y lo inhabilitan, de facto, para el ejercicio de la política.
No sé cuáles han sido los méritos exigidos y el perfil personal y profesional que ha utilizado Foro para la confección de sus listas electorales, ni los criterios seguidos para la elección de las personas destinadas a cubrir los cargos públicos correspondientes, dentro del campo de sus competencias; pero, de lo que si estoy segura, a juzgar por los resultados, sin atisbo de duda, es de que el acierto, más que escaso, ha sido nulo. Con este equipaje, el viaje a realizar, además de accidentado, va a ser muy corto. Me gustaría saber lo que opina Cascos de todo esto, aunque, por lo que parece indicar, sus preocupaciones van por otro lado.
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