El fin de la crisis
Mientras la canciller alemana, Ángela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, deciden por nosotros cual va a ser el futuro de Europa, arde Grecia, donde la población, particularmente los jóvenes, se ha echado a la calle a combatir y llora la ministra italiana de Bienestar Social (¡qué sarcasmo!) mientras anuncia el paquete de medidas que el nuevo Gobierno de tecnócratas, que no ha pasado por las urnas, ha impuesto a la población.
Aquí, en España, ya falta poco para que la gente se eche las manos a la cabeza por lo que se nos viene encima. Rajoy todavía no ha dicho lo que piensa hacer, lo dirá el día 19 en la sesión de investidura, pero será una segunda vuelta de tuerca, aún mas dura, a las decisiones antisociales tomadas por Zapatero. Tendremos tiempo de analizarlas una a una.
Hay un denominador común que se repite, país por país, en las medidas que están tomando los Gobiernos europeos, todas van dirigidas contra los trabajadores, los pensionistas y las capas mas desfavorecidas de la población. Se eleva la edad de jubilación, se rebajan salarios y pensiones, se suben los impuestos indirectos, que graban indiscriminadamente, y los directos que afectan al IRPF, que solo pagan los que tienen una nómina. Mientras tanto, nadie se mete con la economía sumergida, ni con los paraísos fiscales, ni con las sociedades de inversión que trafican en bolsa, ni con la corrupción generalizada, que en España ya llega hasta la familia real, ni nadie se plantea, ya que se le han dado ingentes capitales públicos, en nacionalizar la banca.
Pero las medidas, ajustes, recortes o, llámelo usted como quiera, no solo van dirigidas fundamentalmente a disminuir el poder adquisitivo de la mayoría de ciudadanos, también a terminar con el Estado de Bienestar que conocemos. En menos de 2 años se han perdido una buena parte de las conquistas sociales que se consiguieron en los 50 años anteriores, con sangre, sudor y lágrimas. Como es obvio, lo estamos viendo todos los días, también se quiere acabar con la democracia, con el nombramiento de Gobiernos y organismos de decisión supranacionales que no tienen ninguna legitimación del sufragio popular. Se escamotean obligados referéndum, bien para reformar las constituciones o para impedir, como sucedió en Grecia, que el pueblo pueda dar un corte de manga a los designios de los nuevos caudillos. Ahora, ese dúo que han empezado a llamar Mercazy, quiere imponer al resto de los Estados de la Unión las políticas de la mas rancia derecha europea. Ojo, conviene recordar que fueron sus antepasados, sino políticos sí sociales, los que llevaron a Europa al mayor drama de la Historia.
Hay que ser muy estúpido para creer que con las medidas que se están tomando se van a solucionar los problemas de un sistema que está en su ocaso.. Así, ni se soluciona la crisis financiera, ni la sobreproducción industrial, ni el agotamiento de los recursos y materias primas, ni el paro, etc, ellos lo saben perfectamente, se trata de prolongar la agonía de unas sociedades que vivían del dinero que no tenían y de un sistema productivo que no puede crecer indefinidamente.
¿Cuando se acabará esta crisis?. Hay gente que todavía piensa que asistimos a otro ciclo mas del capitalismo, que con las duras medidas que se nos imponen saldremos adelante, se equivocan. Esta crisis solo terminará cuando los ciudadanos salgan a la calle, con un cuchillo entre los dientes, dispuestos a decir basta.
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