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Urgencias del Llano

11 de Diciembre del 2011 - Jesús Manuel Vázquez Valdavida (Gijón)

Con fecha 8-12-2011 acudí a las 10.30 al servicio médico de urgencias del Llano, en Gijón. Una enfermera me recibió, me tomó temperatura, tensión, me preguntó qué me pasaba, me anotó en un papel los valores de las medidas realizadas y me mandó pasar a la sala de espera. Había tres consultas y cinco personas esperando. Cuando sólo quedaba yo todos los médicos se fueron y no volvieron en 20 minutos (10.45). En ese intervalo la consulta se empezó a llenar de gente. Cuando volvió un médico empezó a llamar a otros pacientes y cada vez que acababa con un paciente se iba de la consulta y tardaba en volver 4 o 5 minutos. Luego vino otro médico y siguió con la misma rutina, llamando a otros pacientes cuya gravedad, como mínimo, era cuestionable. Así se dieron casos de pacientes que no estaban y volvían a llamar más tarde. A las 12.30 fui a recepción para ver cuántos tenía delante y me informaron de que tenía a 13 personas. Inmediatamente presenté una queja formal, porque tal como iban las cosas no me iban a atender.

Esta es la segunda vez en un año que acudo al servicio de urgencias y tengo que marcharme sin ser atendido.

Entiendo que si hay casos de clara urgencia los atiendan primero, pero cuando se deja a una enfermera para decidir esto siempre existe el riesgo del error, el amiguismo, el me caes bien, éste como lo llora más entonces primero.

Asimismo, tengo que ser muy crítico con los médicos, que atienden con la mayor parsimonia y se van de paseo después de atender a un paciente. Yo lo que veo en esta actitud es un intento de provocar que los pacientes no vayan a urgencias y se lo toman como una huelga de celo. Esto me ha pasado ya dos veces y me considero un buen observador. De ser esto cierto, sería una inmoralidad. Los problemas de saturación deben resolverse de otra forma.

Por otro lado, la Administración debe ser consciente de esta problemática y tomar medidas apropiadas. Yo pago mis impuestos para que se me atienda. Reconozco que en ocasiones he ido a trabajar bastante fastidiado para que mis alumnos no pierdan clase y esperé al fin de semana para ir al médico y sólo voy al médico si me encuentro mal. Sería muy positivo que algunos días se pudiera acudir al médico por las tardes.

Expongo estos hechos con el ánimo de solucionar problemas.

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