Carta abierta al doctor Montes (el de la «muerte digna»)
Estimado «compañero» de profesión; aprovechando que también soy médico y puedo dirigirme a ti de igual a igual, me pregunto: ¿qué es la muerte digna? Yo creo que es aquella que tienen los que han llevado una vida digna; los indignos tendrán una muerte indigna. Es decir, que la muerte será digna o indigna en función de la forma de vivir y no en función de la forma de morir, como tú defiendes errónea y manipuladoramente.
La muerte es la muerte, no hace falta ponerle ningún apellido manipulado por ninguna ideología autointitulada progresista. Así, por ejemplo, ¿la muerte por atropello es digna o indigna?, ¿y la muerte por un disparo, la muerte súbita, la muerte haciendo el amor, la muerte en quirófano, la muerte del suicida son muertes dignas o indignas?
El reportaje que publica LA NUEVA ESPAÑA el 28-3-09 sobre tu «actuación» en Tribuna Ciudadana pone en tu boca lo siguiente: «Me obsesiona la objeción de conciencia en la sanidad pública, porque no se puede permitir que un médico se niegue a realizar el testamento vital de un paciente». ¿Cómo se puede decir tal barbaridad y quedarse tan ancho? Te voy a poner ejemplos más sencillos: ¿y si un paciente solicita que se le ampute un brazo o pierna sana o que se le extirpe un ojo sano para obtener una pensión de invalidez con la que mantener a su familia, debe el médico acceder a sus deseos? Por favor, doctor Montes, el médico debe actuar conforme a la ética médica, y no conforme a los deseos de los pacientes cuando éstos sean contrarios a dicha ética.
Además, aun suponiendo que hubiera que acceder a estas peticiones de los pacientes, entonces habría que cambiar las reglas del juego y crear nuevas facultades (Facultad de la Muerte Digna, Facultad de Amputaciones y Exéresis) para que estudiasen los que estuviesen interesados en estas materias (serían estudios de uno o dos años a lo sumo los necesarios para obtener el título). De este modo nadie se llamaría a engaño, ya que en la actualidad todos los implicados en los estudios sanitarios (médicos y enfermería) cuando nos matriculamos en la Facultad nuestra idea era la de curar o aliviar a los enfermos que tratásemos. No creo que nadie que estudie Medicina tenga como meta ayudar a morir a la gente; no sea tan fúnebre, doctor Montes. Y cuando por nuestra profesión tenemos que afrontar la muerte de un enfermo no conozco ni un solo médico ni enfermera/o que no intente aplicar, dentro de sus posibilidades y conocimientos, el tratamiento más adecuado para lograr el menor sufrimiento del paciente y su familia.
Así que, doctor Montes, me despido de ti deseándote que en esta nueva facultad, que espero se cree pronto para que los jóvenes interesados en la «muerte digna» cursen en ella sus estudios, te nombren catedrático de la asignatura de «M».
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo