Destruido el último nido del cerco a Oviedo
Negro amanecer el del 9 de diciembre de 2011 para el patrimonio histórico asturiano y sobre todo el ovetense. El último nido de ametralladora que se conservaba intacto en pleno casco urbano ha sido destruido para ampliar un jardín.
De nada sirvieron escritos, reuniones, plenos, conferencias, catalogaciones y artículos.
Durante el año 1937 se construyeron en Oviedo alrededor de un centenar de obras de hormigón (nidos de ametralladora en su mayoría) con la finalidad de defender la ciudad de los ataques del enemigo. Esta línea defensiva consiguió su objetivo hasta el final de la contienda. Durante estos 74 años la reconstrucción del Oviedo de posguerra primero y el desarrollo urbano después acabaron con todas esas obras. Solo quedaba una intacta, el nido del talud de la Ería que esta mañana ha sido destruido con la finalidad de ganar unos metros de jardín. Lo más triste es que eran perfectamente compatibles.
Ahora es momento de lamentaciones y hacerse la pregunta de rigor: ¿Quién ha tenido la culpa? Aunque algunos tienen concedida una mayor reponsabilidad por razón de su cargo, la culpa creo que es de todos. Algo falla cuando unos ciudadanos no son capaces de conservar su patrimonio arquitectónico.
En estos momentos hay tres nidos del bando republicano en las proximidades del nuevo hospital, en Prado de La Vega, ¿correrán la misma suerte? De nosotros depende.
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