Amigos del sáhara cumple años
Hace ahora 20 años, un grupo de militantes de IU que trabajábamos en temas de la Paz y la Solidaridad Internacional, convocábamos un acto público en el salón de la Caja de Ahorros de Asturias, con el ánimo de constituir una asociación civil que canalizase las actividades solidarias con el pueblo saharaui y sus organizaciones más representativas. Fue un acto bien mesurado al que concurrieron más de un centenar de personas, algunas de ellas de renombre en nuestra comunidad y el que por aquel entonces representaba los intereses saharauis en España Hasch Ahmed.
La asamblea fue el embrión de lo que hoy es una asociación asentada, con un arraigo entre la sociedad asturiana, con una actividad intensa en los frentes que nos habíamos propuesto de denuncia política y cooperación al desarrollo con la población refugiada en los campamentos de Tindouf, y que en estos días cumple ya 33 años de exilio, sin que las Naciones Unidas, a quienes se les encomendó resolver el problema creado fruto de la ocupación ilegal por parte de Marruecos, haya resuelto el largo conflicto que España generó con su abandono de la antigua colonia.
Los primeros años de la Asociación, fueron difíciles, dado que la actividad de las ONGs era incipiente y aún las instituciones no disponían de partidas económicas para proyectos de desarrollo.
En aquellos primeros años participamos en las múltiples denuncias y actividades de la Plataforma por el O,7. Asentadas, acampadas, encierros, manifestaciones, etc., hicieron posible que muchos ayuntamientos tomaran conciencia de los problemas en el llamado Tercer Mundo y comenzaran a contemplar en sus presupuestos partidas para la cooperación internacional.
En el caso de nuestra asociación, las tareas que nos encomendamos iban más allá tratando de recabar de las instituciones pronunciamientos y resoluciones que condenaran la ocupación y reclamaran el derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación y a la independencia.
Otro complemento de nuestras múltiples actividades, fue la traída de niños saharauis en los meses de verano, para compartir su estancia con familias de acogida, lo que permitió dar a conocer la causa saharaui y establecer vínculos de amistad entre nuestros pueblos que hacen historia. Los vuelos organizados una vez al año en los que viajan familias de acogida, cooperantes, representantes institucionales, etc. permiten conocer la cruda realidad de la población refugiada y multiplicar los compromisos solidarios.
Podemos decir que la cooperación de la sociedad española y asturiana en particular ha contribuido a garantizar las necesidades más básicas de la población y a mantener viva la esperanza y la antorcha de la libertad.
Se cumplen 33 años de la firma de los Acuerdos de Madrid, por los que España renunciaba a su colonia y entregaba a los nuevos ocupantes a un pueblo que ya venía defendiendo frente a España su derecho a la independencia.
Poco efecto tendría esta conmemoración, por muy emotiva que sea, si no estuviera en situación de establecer un vínculo de complicidad entre los distintos gobiernos de nuestra democracia con el país agresor de esos derechos que es Marruecos y que todo organismo internacional ha tachado de ilegal, pero sin que nadie depurara responsabilidades. Trasmitir esta opinión a la ciudadanía, es lo que da razón de ser de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui que hoy y después de dos décadas de existencia, sigue defendiendo con los mismos argumentos y con las mismas razones los derechos del pueblo saharaui.
No podemos tolerar por más tiempo la división de un pueblo que sufre de ambas partes las consecuencias de la ocupación. De una parte, la brutal represión de que es objeto la población civil saharaui en el interior y por otra parte los que ven pasar los años sin encontrar respuesta a sus aspiraciones de retorno y que parecen no llegar. La desesperante esperanza.
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