Caímos en la trampa
Pusieron todo a nuestra disposición haciéndonos creer que lo podríamos devolver con mucha facilidad, haciéndonos creer que nunca se iba a acabar, haciéndonos creer que era el único camino, haciéndonos creer que todo se podía conseguir sin mayor esfuerzo, haciéndonos creer que si no entrábamos en el juego éramos tontos, haciéndonos creer que derrochar era lo correcto, haciéndonos creer que la cultura económica de nuestros mayores era algo totalmente obsoleto, haciéndonos creer que lo que realmente importaba es el look externo, haciéndonos creer que éramos mucho más importantes de lo que en realidad somos, haciéndonos creer que todo lo que no se podía comprar con dinero no tenía valor... y caímos en la trampa... y ahora nos han convencido de que somos los únicos culpables y ahora nos ahogan con los recortes y los impuestos y ahora nos reducen los ingresos y los salarios y ahora retrocederemos 30 años en derechos laborales y ahora pagaremos dos veces por el mismo servicio y ahora los servicios sociales dejarán de ser servicios y sociales y ahora, por si era poco, más paro, y ahora los que apenas tenían tendrán aún menos y ahora nos dicen que va para largo y ahora nos dicen que la situación es muy grave, extrema, y ahora nos dicen que no existen soluciones milagrosas y ahora los gobiernos haciendo todo este trabajo sucio para tranquilizar a los inversores y ahora los bancos tratando por enésima vez de tapar sus agujeros con el dinero del Estado (o sea, el nuestro)... y ahora las agencias de calificación poniendo notas como si fueran infalibles y recalificando cuando les viene en gana y ahora los queridos mercados aprovechándose de esta situación que ellos mismos propician, para recuperar todo lo prestado, eso sí, con la mayor rentabilidad posible y ahora los medios de comunicación haciendo todo el trabajo de propaganda, pedagogía y divulgación imprescindible para que los anteriores logren sus objetivos y ahora los ciudadanos... los ciudadanos, ¿a quién coño le importan los ciudadanos?
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