La crisis de EE UU
Todo el mundo sabe que la crisis económico-financiera empezó en los EE UU, un país que ha tenido que modificar la ley que establecía un tope para su deuda de 14,29 billones de dólares y que en estos momentos ya es de mas de 15 billones. Pues mientras el presidente Obama no hace nada por los millones de norteamericanos en graves dificultades, muchos, como en Europa, que se han quedado en la calle merced a un desahucio, por no poder pagar sus hipotecas vitalicias, el Senado norteamericano acaba de aprobar la ley de presupuesto para el Departamento de Defensa por un importe de 662.000 millones de dólares para el ejercicio de 2.012, mas de lo que gastarán en ese apartado todos los países de Europa, Asia y África juntos. No solo eso, la ley se aprobó después de modificar una cláusula que permitirá a las Fuerzas Armadas de EE UU mantener cautivos indefinidamente, sin cargos ni juicios, a ciudadanos sospechosos de actividades terroristas, incluidos ciudadanos de EE UU.
Cuando ya se ha podido confirmar que fueron los servicios secretos de USA, británicos y franceses los que prepararon la caída de Al Gaddafi y financiaron a los rebeldes, cuando ya ha salido a la luz que la CIA sigue pagando a esos mismos mercenarios libios, vinculados a Al Qaeda, (como hicieron en Afganistán y en Bosnia, por ejemplo) que se han desplazado a Siria para preparar operaciones de insurgencia, cuando, en fin, el entramado militar-industrial se flota las manos ante los planes de los halcones del Pentágono para atacar Irán y conseguir así una gran guerra, ya podemos constatar definitivamente la catadura moral de los que pretenden liderar el mundo.
Cada vez está mas claro que la crisis se ha convertido en un instrumento de manipulación de los oligarcas en su propio beneficio y de que la industria de la muerte sigue gozando de buena salud.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo