El puente Rialto
Está en Venecia como todo el mundo sabe, en las escaleras vemos un hombre y un perro. Emociona ver con qué cariño el hombre pone su bufanda al perro y éste se deja hacer con un universo de ternura en la mirada.
Este hombre y este perro en el puente Rialto que solo se tienen el uno al otro, que comparten seguramente un mísero techo y los pobres alimentos que pueden conseguir con la euros que dejamos en su cesta, son un ejemplo vivo de amistad, amor y compañerismo.
Qué será del perro si le falta el hombre, tal vez se deje morir en las escaleras que eran su lugar de trabajo, tal vez se agazape al lado del cadáver, puede que siga al furgón que lo llevará a la fosa común, en todo caso se morirá de tristeza por el amigo perdido.
¿Y si es el perro quien falta? ¿Qué será del hombre? ¿A quien dará su amor? ¿A quién le pondrá la bufanda?, la pobreza, el frío, la soledad y la tristeza añadirá la pérdida del compañero y amigo, de su fiel can, nadie con seguridad le mirará con la absoluta devoción y admiración que yo vi en los ojos de ese perro.
Si vais a Venecia y los veis, regaladles un euro y una sonrisa: se lo merecen.
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