Reencuentro en Valdesoto
Después de haber pasado alrededor de sesenta años, surge el primer encuentro de los alumnos asistentes a la escuela de Faes (Valdesoto), con el maestro don Edmundo Regadera Piquero, por el que han pasado una cifra importante de escolares. Como se suele hacer con este tipo de conmemoraciones, la cita tuvo lugar en un restaurante, donde iban apareciendo los protagonistas, con las correspondientes caras de sorpresa de unos y otros, al verse frente a frente, luego de estar desconectados muchos años. En algunos casos el encuentro no era sorpresivo, ya que se veían asiduamente, pero también se dio la circunstancia de no haberse encontrado hasta la fecha.
Los sesenta y seis asistentes hemos podido comprobar, que pese a los años transcurridos, luego de sortear diferentes etapas de la historia, se respiraba un ambiente muy cordial y con un buen nivel por parte de todos.
¿Cómo era Valdesoto en aquella época? Claramente rural. En la mayoría de las familias entraba un sueldo procedente, por lo general, de la mina, de escasa cuantía. Además, cada casa solía tener una huerta y animales (vacas, ovejas, conejos, gallinas y cerdos), que les servían de complemento a los bajos salarios.
El maestro tenía alrededor de cincuenta alumnos de diferentes edades, ¿cómo se las apañaba para salir adelante? Con una férrea disciplina y un gran esfuerzo. Los alumnos sabían que saltarse las normas suponía un castigo «físico» importante. Estamos seguros de que la grabación de un día de clase en aquella época levantaría fuertes polémicas en estos tiempos; no sería de extrañar, si tenemos en cuenta que se ha pasado de un extremo a otro, totalmente opuesto. Además, el sueldo de un maestro, en aquellos años, era muy bajo.
Como era lógico, se guardó un minuto de silencio por los dieciséis fallecidos, y uno de los asistentes leyó un comunicado, implorando la figura del señor Regadera, del que dijo ser la persona que le abrió el camino para la vida.
Todo ha sido tan excelente que hemos quedado en volverlo a repetir en los años venideros, aunque el sobresaliente hemos de otorgarlo a los organizadores de este primer evento, pues no le ha faltado detalle y de todos es sabido la dificultad de localizar a este grupo de personas, desperdigadas por los diferentes lugares de la geografía.
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