Trato inapropiado en un autobús
Quisiera poner en conocimiento de quien corresponda el trato totalmente inapropiado del conductor de un autobús de la línea 15 (el 326) el pasado 15 de diciembre, a las 19.15 horas, en la parada situada frente al hotel Begoña de Gijón.
Este empleado público, que cobra su sueldo todos los meses gracias a los ciudadanos de Gijón, me negó la entrada al autobús con la sillita de mi bebé de 6 meses alegando que otra silla gemelar ya ocupaba las dos plazas.
Este hecho totalmente incierto pudo ser corroborado, así como sus malos modales, por todos los usuarios de la línea y por la mamá de la silla gemelar, que en todo momento insistió en la disponibilidad de la otra plaza y del correspondiente cinturón de seguridad.
También esta mamá sufrió en sus carnes la mala educación de este empleado cuando solicitó al mismo la apertura de la puerta trasera para acceder al vehículo.
A todo esto debo añadir que la abajo firmante ya había satisfecho el importe del trayecto sin recibir la prestación del servicio ni la opción de reembolso.
Con todo esto, me pregunto: ¿cómo puede un empleado público negar la prestación de un servicio público que todos pagamos a una madre y su bebé de 6 meses? ¿Dónde están la educación y el respeto que como empleados públicos deben dispensar a todos los ciudadanos? Qué pasa, ¿que todo vale? ¿Que aquí no pasa nada?
Así nos luce el pelo.
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