La Nueva España » Cartas de los lectores » Sobran hospitales y ambulatorios

Sobran hospitales y ambulatorios

31 de Diciembre del 2011 - José Viñas García (Oviedo)

El Sr. Serafín Abilio Martínez abrió un frente con lujos en la región ¿Cuántos hospitales tenemos? y no le faltaron criticas, pero diría que sin ninguna base que nos haga pensar que la frase pronunciada por el Sr. Serafín esté fuera de lugar, todo lo contrario, me parece que tiene mucho sentido. Los hospitales necesarios no son un lujo, pero ahora que vamos a tener un esplendido hospital nuevo en Oviedo, quizás es hora de plantearnos si sobran sanatorios que no sanan, dispensarios que no dispensan y ambulatorios donde para una simple herida que necesite cuatro puntos de sutura, es remitido a urgencias del hospital.

De las cuatro patas que sustentan nuestro estado del bienestar (Pensiones, educación, servicios sociales y Sanidad) Quizás ésta ultima tenga un arraigo mayor de respeto por todos, pero no por ello hay que obviar que la partida presupuestaria que conlleva, podría convertirse en inasumible si no controlamos y economizamos en todo lo que representa gastos inoperantes e innecesarios; lo estamos comprobando en varias comunidades autónomas donde se plantean seriamente el copago y cierran plantas y atenciones. Por ello un hospital Público en Oviedo, otro en Gijón, Avilés, Langreo, Mieres, y los otros tres de las alas: Jarrio, Cangas y Arriondas sumarian ocho, que para una comunidad tan pequeñita como Asturias deberían ser suficientes para que los ciudadanos estuvieran bien atendidos en tiempo y manera que se requiera, siempre que se aprovechen al máximo y en todos los horarios: personal, quirófanos, espacios y todo tipo de aparatos y material tecnológico de diagnostico o tratamiento hospitalario. También replantearse algunos ambulatorios, que no mantienen ningún equilibrio y justificación, entre la demanda y lo que ofertan.

El resto de hospitales que atienden especialidades muy concretas, podrían encuadrarse dentro de la red hospitalaria general, ya que no hay necesidad de sucursales que en algunos casos como algún Hospital, se va ganado fama de allí no quiero ir jamás porque su especialidad principal debe de desaparecer al entrar en contrasentido con la profesión médica y su código deontológico, que es tratar de curar siempre y en cualquier circunstancia; pero allí se especializan en cuidados paliativos, que si bien tienen algún sentido y aplicación en personas con degeneraciones mentales, acompañadas de enfermedad muy grave; se convierten en algo cruel, cuando se destina a esa planta anacrónica, a alguien en perfectas condiciones intelectuales, que sabe que ese destino, (donde cuidó a padres y visitó amigos) es un aislamiento y desamparo por parte de todos, y fundamentalmente: abdicación profesional de tratar de salvar su vida; o lo que es lo mismo encaminarle hacia una muerte segura; abandonando ciencia, saber y código deontológico medico, de todo cuidado curativo.

Ningún doctor usaría de igual manera el protocolo a rajatabla, si el paciente fuera una hija o hermana, en vez de un paciente cualquiera, cuando los profesionales determinaran enfermedad terminal; intentarían por todos los medios a su alcance curarla y le darían esperanza diciéndole que tenía una enfermedad grave, pero que con la ciencia y avances actuales, saldría de ésta, sin destinarla a postrarse definitivamente en cama a base de HALOPERIDOL y MORFINA (ya me dirán, si todos los enfermos pueden luchar de igual forma por su vida, ante diagnostico similar) Sres. Doctores no quiere decirse que abandonen al resto de enfermos, sería una acusación grave, lo que ocurre es que tienen directrices protocolarias como esa, que ante una enfermedad grave, debido a precedentes y experiencias profesionales y personales, escogen el folio donde les dicen que ese tipo de enfermedad es terminal, y no debe otro destino que no sea cuidados paliativos, donde le quitaran todo dolor físico ¿pero qué decir del dolor mental? ¿Quién es capaz de decir que no sufre un desgarrador pensamiento, sabiéndose abandonado por profesionales e incluso, seres queridos? Aunque estos últimos por experiencia poco pueden hacer, los profesionales deciden. Te queda el pataleo y el sentimiento descorazonador, ante la desolación al intentar sin éxito que tú ser querido tenga tratamiento curativo el último instante.

Tengo un respeto profundo por la profesión médica, pero me temo que si el recurso cuando vienen graves, es encomendar al enfermo a Dios; cuando vienen leves, mejor encomendarnos a nosotros mismos.

Aunque parezca que me aparté del tema principal, nada más lejos de la realidad, mi intención era demostrar que especialidades como ésta última, tendrían una mejor determinación si no existieran, salvo para los casos antes expuestos, ya que un paciente con enfermedad definida como terminal, sería más humano dejarle en planta hospitalaria, sin necesidad de mentirle, diciéndole que es muy grave su diagnostico, pero que pelearan hasta poder sanarle haciendo todo lo posible, siempre con cuidados curativos.

No saben el odio y resentimiento tremendo que le tengo a la palabra paliativos, solo lo sabe quien durante días respiró aquel ambiente frio y plañidero de aquella planta siniestra, cargada de mucho dolor, después de que un ser querido, joven y mentalmente sano, te llorara y suplicara (pidiéndote imposibles ante formulismos protocolarias médicos) que no le abandonen, que luchen por curarle, que no le destinen a ese lugar. Y hablas con los doctores y se niegan a seguir dejándole en el hospital general aplicándole curación, eso es lo más desgarrador, inhospitalario, despiadado y descorazonador que nadie pueda soportar, por ello pido a quien este de su mano, que eliminen este contrasentido medico.

Un saludo a cuantos profesionales están dedicados a este tipo patología terminal, no son culpables de nada, tampoco mi critica va dirigida a ellos, cumplen una labor maravillosa ante enfermos y sobretodo familiares, pero solo deben mantenerla con enfermos que reúnan dos requisitos: enfermedad muy grave y patologías mentales, al resto de enfermos graves, se les debe tratar con dignidad y humanidad, en una planta donde jamás intuyan que nadie tratará de claudicar en su curación, mientras quede un soplo de esperanza.

Cartas

Número de cartas: 46066

Número de cartas en Octubre: 4

Tribunas

Número de tribunas: 2087

Número de tribunas en Octubre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador