UPyD no es lo mismo (Respuesta a Ramón Alonso Nieda)
Estimado Ramón Alonso Nieda,
Me gustaría contestarle en primer lugar a las preguntas que usted me realiza. Ni niego, ni ignoro ni valoro positivamente los hechos que usted menciona, aunque pueden ser objeto de algunos matices que requerirían de mucho espacio para su discusión. Aún así, Unión, Progreso y Democracia (UPyD) no ha nacido con el objeto de discutir o promover acuerdos sobre la historia de nuestro país sino para solucionar lo que ha nuestro juicio son los problemas que tiene nuestro sistema democrático, que afectan al desarrollo económico y social de nuestro país y que hacen imprescindible una profundización de nuestra democracia.
Si vamos a analizar la historia de todos los partidos políticos seguramente nos encontraremos con episodios completamente repudiables, pero ello no debe impedirnos ver los logros y el progreso que la sociedad española ha ido experimentando con el paso del tiempo, y algo de mérito tendrán la política y los partidos políticos, todos.
Ahora bien, pensar que los partidos políticos han contribuido al progreso de nuestra sociedad no es óbice para analizar nuestro sistema democrático y darse cuenta de que ninguno de los grandes partidos políticos nacionales defiende propuestas equivalentes a las nuestras. Su firmeza contra el nacionalismo obligatorio resulta discutible, pues ninguno ha dejado de hacer concesiones que atacan la igualdad de la ciudadanía española en materia lingüística, educativa, fiscal o de servicios públicos. Tampoco ninguno propone la reforma de la Constitución que, lógicamente, necesita adaptarse a las nuevas condiciones políticas del país y a un mundo en permanente cambio. Ni propugnan una reforma de la legislación electoral que quizá perjudicase sus expectativas, a pesar de que mejoraría la democracia al conseguir una representación más proporcionada de las corrientes sociales existentes, combatiendo el auge de la abstención y de la aversión a la política. Ninguno insiste en profundizar el laicismo del Estado para hacer frente al auge del fundamentalismo religioso, a las intromisiones exageradas del clero en la enseñanza pública y a la multiplicación de políticas identitarias que pretenden dictar los sentimientos de pertenencia y comunidad. Ninguno, finalmente, está interesado en proponer reformas que revitalicen la democracia mermando el poder de los aparatos de los partidos en beneficio de una deliberación pública y abierta, más allá de la alienación sectaria y del dogmatismo carente de ideas.
Creo que hay argumentos suficientes que prueban que UPyD no es un partido sin historia que venga para hacer más de lo mismo. UPyD defiende políticas muy diferentes a las que tradicionalmente vienen sosteniendo los demás partidos políticos nacionales, PP, PSOE e IU. Rosa Díez lo ha demostrado en el congreso durante estos últimos años, y el grupo parlamentario que UPyD ha obtenido tras las últimas elecciones lo seguirá haciendo defendiendo la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político.
Juan Naves Alonso
Responsable de Organización de UPyD Oviedo.
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