Toma de posiciones en el PSOE
Es significativo y sintomático el empecinamiento que dentro del Partido Socialista Obrero Español están adoptando algunos de sus miembros más destacados para escudarse en la crisis económica como único argumento para explicar y justificar las debacles electorales de mayo y noviembre de 2011, para, escudándose en dicha situación, mantener un inmovilismo, rayano en la desvergüenza, de los cargos orgánicos e institucionales. Se prefiere mirar para otro lado antes que asumir con responsabilidad y valentía la derrota y dejar paso a otras ideas, a otros planteamientos políticos y a otros/as compañeras y compañeros que intenten reflotar una nave que hace ya algunos años navega a la deriva por unas aguas que se han convertido en turbulentas.
Parece que ya empiezan los movimientos precongresuales, unos para intentar perpetuarse en la silla y otros, los menos, para plantear alternativas nuevas al proyecto socialdemócrata. Entre estos últimos son de destacar las ideas planteadas por un diputado navarro, Juan Moscoso del Prado, que se pueden resumir en las siguientes:
Renovar el proyecto socialista con nuevas ideas, iniciando un debate que incorpore a la sociedad.
Un nuevo proyecto que recupere la credibilidad perdida como gestores de la economía, que recomponga la identidad socialdemócrata remozando la estructura y funcionamiento del partido.
Abrir el partido a profesionales, empresarios, autónomos y clases medias progresistas, dispuestas, por ejemplo, a votar en contra de sus intereses en materias como fiscalidad y pagar más impuestos, simplemente porque creen en una sociedad más justa.
Hay que trabajar para conseguir que los diferentes movimientos sociales y los ciudadanos de izquierdas colaboren y vuelvan a considerar al PSOE como la mejor plataforma para que sus sueños se hagan realidad.
Es preciso reducir la distancia entre cargos y militantes y, sobre todo, simpatizantes y ciudadanos, multiplicando los procedimientos de democracia interna y participación.
El ejemplo del Partido Socialista francés, que hasta hace poco estaba en una posición parecida a la del PSOE, es muy significativo, en tanto que ha creado ilusión de nuevo entre millones de ciudadanos. Por ello, el partido debería convocar unas primarias abiertas a militantes y simpatizantes.
Muchos en el partido y concretamente en la AMSO compartimos estas consideraciones y creemos que del próximo congreso federal deberían de salir reflexiones en ese sentido defendidas por personas convencidas de ellas y que debieran estar en disposición de asumir las más altas responsabilidades.
En Asturias, los movimientos favorables a un cambio apenas se perciben de momento, pero sí que los hay, y, así, en Gijón, su secretario general ha dado un paso al frente asumiendo la responsabilidad por la derrota del 22 de mayo. Otra cosa es si ese cambio se produce para que al final todo siga igual. Ver veremos. Por otro lado, también se producen situaciones de inmovilismo total y, así, en Oviedo, donde el resultado electoral de las municipales fue auténticamente desastroso (tercera fuerza política en el Consistorio), nadie asume responsabilidades y su máximo representante parece incluso estar orgulloso del resultado del 20 de noviembre en la ciudad al compararlo con el de las municipales, lo cual, cuando la realidad es tozuda y el desastre de mayo ha sido el mayor de la historia, supone atentar contra la inteligencia de los militantes y simpatizantes de nuestro partido.
Oviedo, en lo que respecta a la militancia socialista, es un caso paradigmático en el que el debate, la discrepancia y la toma de posturas, no siempre coincidentes, han sido una constante desde la llegada de la democracia. Esta situación, que algunos parecen no entender o no querer entender, ha de llevarnos, inexorablemente, a un cambio en la estructura y planteamientos políticos de la agrupación, si es que queremos seguir estando vivos. Para ello, me consta, se están empezando a producir movimientos y posicionamiento que pudieran derivar en alternativas a los próximos procesos que tendrán lugar en el PSOE.
Benigno Díaz Peláez,
Oviedo
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