Profesor Antonio Cueto
Sé que no redacto bien; no era tu compañero de todos lo días, pero te quiero, Antonio.
Mi relación hace años era de compañeros de Facultad y con qué paciencia nos atendías a Alfonso Villa y a mí en nuestros cargos del Colegio de Odontólogos en problemas profesionales, siempre y en cualquier lugar: en tu despacho, en la cafetería del hotel del aeropuerto de Ranón, coincidiendo en vuelos, y en tus años de responsabilidad de consejero de Sanidad siempre acudiste a nuestras cenas de la patrona, Santa Apolonia.
El coincidir contigo tomando un café en la Facultad de Medicina era un momento de recuperar el humor y aumentar con tu ejemplo el cariño a la docencia.
Subtítulo: Un asturiano andaluz incomparable
En mayo de 2010 yo también tuve un episodio de ACV que recuperé, como tú también superaste.
Sólo hace un mes en Gijón, en mi consulta, lo recordábamos como una simple anécdota. Por cierto, tenías un estado bucal como tu alma inmaculada y sólo pude realizarte una profilaxis dental, no hacía falta ningún otro tratamiento.
Gracias a nuestra amistad también conocí a tu esposa, María José; seguro que un ser tan perfecto no podías ser si no la tuvieras a ella y a tus tres hijos.
Antonio, te hemos perdido, pero sigues con nosotros; quiero ver la vida con alegría, acordándome de un asturiano andaluz incomparable.
Gracias a tu recuerdo seguiré teniendo a mis años inquietudes científicas. Antonio, nos has dejado, pero te tendremos en nuestros corazones, aunque del mío no me fío mucho.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo