Estrategias virtuales
No me refiero a las de Urdangarín, de las que todo el mundo habla. Las de Urdangarín y su Royal Company, LS, se escriben y pronuncian de otra manera (Virtual Strategies). Me refiero a las estrategias del Sr. Viñas, habitual en esta sección, que sabiendo que lo primero que hace Rajoy, en cuanto acaba de no afeitare, es entrar en el correo digital de lne.es, aprovecha Viñas para apostrofarlo a cara de perro infligiéndole estocadas crudelísimas, que ya no levanta el Presidente cabeza en el resto del día, que es toda la jornada.
Hasta el punto de que la invisibilidad, tan comentada, de Rajoy (Lost in translation?), pudiera tener que ver con sus desencuentros virtuales con el Sr. Viñas en esta sección de Cartas: Rajoy, ¿y ahora qué? (22.11.11). La desvergüenza del Señor Rajoy (24.12.11). Señor Rajoy, ¿para cuándo los recortes en ustedes? (31.12.11). Señor Rajoy, es usted un impresentable (07.01.12). Hacen falta redaños para osar presentarse después de semejantes arremetidas, y, de toda evidencia, Rajoy no está a la altura y se esconde en el burladero, esperando a ver si al Sr. Viñas lo distraen con un señuelo.
No se trata de echarle un capote al maltrecho Rajoy, pero este país anda sobrado de aflicciones y pide a gritos que le defiendan la alegría y alguien pinte de colores una España en positivo. Invito, pues, al Sr. Viñas a que aparque lo impresentable y, dando una larga torera sobre el monte y los arroyos, nos presente lo más presentable del socialismo solidario (valga la redundancia). Empezando por Alfredo, o Pepunto Rubalcaba, o Rubalcaba a secas, a quien el destino le volvió la espalda cuando ya estábamos a punto de llamarle Ruba. Rubalcaba se presentó él solito en TVE, cuando ni estaba ni se le esperaba, y dijo aquello de que España se merecía un Gobierno que no le mintiera. Así que tuvimos, sin merecerlo, un Gobierno que durante siete años nunca dijo la verdad, mientras Ruba se comía los faisanes crudos sin que haya pruebas (¿ni las habrá?).
O Carme (léese Karma) Chacón del Estatut, que denuncia con alacridad la xenofobia de los charnegos que, si por ellos fuera, Cataluña seguiría siendo bilingüe como en tiempos de Fernando el Católico, sin tener en cuenta que, para estudiar en castellano, ya tienen el Colegio Alemán en Barcelona. Ahora sale Carme por los cerros de Úbeda como Carmen de España y no la de Mérimée. Mérimée, no Mary Me (aviso para juventudes sociales de 65 años para abajo). Será la suya la puta España de Rubianes (que allí dicen Rubianas), pues salió Chacón por la tele defendiendo muy encocorada que Rubianes/as somos todos (Todos no, a mí que me tachen, por favor). La Carme y el Ruba protagonizaron, dándose mimitos, el sálvame de luxe de mayor calado político de la postransición.
Preséntenos a Areces, el anti-Midas, que presupuesto que tocaba se convertía en un agujero negro; y se salvó de la Marea arremangándose muy por encima del corvejón. O vámonos a Andalucía donde Chaves, a no ser su carrera, lo sacrificó todo a su familia, empezando presuntamente por los presupuestos de la Junta. De la junta cuyo secretario de Empleo, con un módico presupuesto de 900.000 euros, creó empleo sobre todo en garitos y en camellos (un sistema de transporte muy ecológico, el de los camellos). Un feto no es un ser humano, explica Aído; pero ello no impide que sea un presunto prejubilado pues en Andalucía ya se dan los primeros casos de bebés que nacen con la pensión bajo el brazo. En fin, sin la picaresca del Siglo de Oro no tendríamos ni el Buscón ni el Lazarillo (ni buena parte del Quijote). De picaresca, en estos tiempos, vamos bien servidos. ¿Y de literatura picaresca? ¿Habrá que ir pensando en subvencionarla?
Ramón A. Nieda
PS.-En serio, Sr. Viñas, aunque disiento de lo que considero manifiestas parcialidades, me conmueve su sincero batallar; consciente de que el resumen es incompatible con los matices, me arriesgo sin embargo, para evitar malentendidos, a resumir mi impresión de conjunto en lo que concierne a Asturias: tenemos una derecha inútil y una izquierda dañina.
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