Perdone, Majestad, pero no me parece que sea así
Ruego a Su Majestad me perdone por tener la osadía de contestar a su discurso o mensaje de Nochebuena. Mi cortísimo alcance no me permite comprender por qué dice SM que la ley es igual para todos. Será igual para todos en Francia, Hawai, Andorra o la Cochinchina; pero tengo para mí que en España, no.
Su Majestad sabe que los políticos tienen unos privilegios que nadie, ningún español, puede tener nunca, jamás en su vida, a menos que se dedique a lo que llaman política, que, actualmente, no es si no una profesión de trepa, de elusión del trabajo y de la consecución de prebendas y de unas situaciones personales, cuando no extensivas a toda la familia, que se les niega sistemática y frecuentemente (a diario) a todos los españoles. Sabiendo SM esto, lo que resulta inexplicable e incomprensible para mi magín es cómo dice lo contrario ante las cámaras, cual si de unos politicastros cualesquiera se tratara; personajes que ya nos tenían acostumbrados a semejantes aranas. No se distancie SM, a su semejanza, de las gentes, por favor; no nos haga creer que la corona no se diferencia nada de los políticos, porque no debe ignorar SM el concepto que el pueblo tiene de ellos. (Quizás para decirlo mejor debiera haber escrito que ese concepto es el que ellos se han ganado, pues sencillamente son unos personajes que, en su mayoría, no merecen esos desorbitados y exageradísimos privilegios que tienen sobre el resto de los españoles).
Claro que para eliminar todas esas aberraciones que ellos mismos se legislan, esas diferencias abismales entre los españoles y los políticos (que no lo parecen porque una gran mayoría, ni en las Cortes opera a favor de España), habría que comenzar de cero y hacer con todo rigor y sensatez, un nuevo modelo de Estado, cosa que a esa clase de superdotados, y a alguna clase más, no les interesa. ¿Verdad, Majestad?
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo