Don Mariano Rajoy y la "fiesta nacional"
He de entrecomillar la «fiesta nacional» porque soy incapaz de asimilar que puedan llamar fiesta a la aberrante, sangrienta y dolorosa lidia de los toros.
¿Cómo es posible que espectáculo tan cruel como es la lidia de los toros pueda ser motivo de diversión para personas que a su vez se dicen humanas? ¿Como es posible, repito una vez más, no sentir piedad ante el terrible sufrimiento de un desdichado animal?
Y por si éramos pocos... ahora llegó don Mariano Rajoy, que con la señora Cospedal y doña Esperanza Aguirre, parece ser, tratará de blindar tan nefasto espectáculo taurino, para que el sufrimiento de estos desdichados animales perdure por los siglos de los siglos. Amén.
El caso es que quien esto suscribe, hace un tiempo, en una tertulia antitaurina, había hecho un comentario respecto a quien hoy ostenta la Presidencia del Gobierno español. Es decir, el señor Rajoy, y he de reconocer que mi opinión sobre el personaje ha sido todo un fracaso.
Mi comentario de aquel día había sido toda una alabanza al buen hacer del señor Rajoy ya que lo veía incapaz de hacer daño a nadie y mucho menos a un indefenso animal. Quise creer que don Mariano era un señor «bonachón» (me confundió su mirada de buen «colegial») sin duda alguna, he de rectificar mi primera impresión ya que el señor presidente del Gobierno es otro tanto de lo mismo con respecto a las ideas taurinas de doña Esperanza Aguirre y señora Cospedal. Menudo trío.
Muy bien: miren por dónde, desde mi lado «humano», deseo hacerles unas preguntas: ¿no sienten ustedes lástima, piedad, dolor y muchas cosas más por el horrible sufrimiento al que someten el torero y su cuadrilla a un pobre animal indefenso sólo para obtener buenos dividendos económicos? ¿Es que carecen ustedes de dignidad como personas humanas ante un espectáculo tan cruel? ¿No se imaginan ustedes el horrible sufrimiento de ese animal desde el momento en que lo llevan a la arena hasta su muerte?
Por si usted lo ignora, señor presidente, le diré que la ciencia veterinaria ha demostrado que los animales tienen la misma capacidad de sufrimiento que los seres humanos.
Observe usted a continuación la opinión de estos dos señores respecto al reino animal. «No me importa saber si un animal puede razonar. Sólo se que es capaz de sufrir y por ello lo considero mi prójimo» (Albert Schweitzer).
Una más: «Podemos juzgar el corazón de un hombre según trata a los animales» (Immanuel Kant).
Muy bien: cambiemos el «corazón de un hombre por sus sentimientos» que, considero, sería lo más apropiado ya que el corazón no puede «albergar» sentimientos, creo yo...
Y ustedes... señora Cospedal, señora Aguirre y señor Rajoy: ¿qué tenebrosos sentimientos albergan en su cabeza respecto a los toros? Y una cosita para usted, señor presidente: es muy posible que muchas (...) de las personas que le concedieron su voto (por suerte, yo no estoy entre ellas) en los últimos comicios no estén nada de acuerdo con usted respecto a su planteamiento de continuar con la mal llamada «fiesta nacional».
Den ustedes buen ejemplo como gobernantes ya que se dice que para muestra basta un botón. Si ustedes son insensibles al terrible dolor de un animal indefenso al que están martirizando hasta su muerte –y de qué forma– es muy posible que tampoco la sientan ante una España que alberga a millones de personas que viven (malviven) por debajo del umbral de la pobreza. Es decir, pasando mucha hambre. Posiblemente usted diga que esta situación de pobreza la «heredó» del socialismo ex gobernante; pero yo creo que los banqueros, en su afán de atesorar más riqueza, y un brutal capitalismo español que los protege traen la consecuencia de esta situación de pobreza y hambre nacional.
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