La Nueva España » Cartas de los lectores » La reivindicación de la sociología como arma social

La reivindicación de la sociología como arma social

20 de Enero del 2012 - Francisco M. Domínguez Menéndez (Avilés)

Si el nivel político de Asturias es como para pedir traslado, el de Avilés invita a la tragedia de la inmolación reivindicativa o a la risa. No está nada claro cual de los dos géneros literarios le va más al caso, aunque siempre nos quedará el psicológico que viene a ser como el género que muestra la crudeza de la vida desde un punto de vista equilibrado.

El breve relato que aquí nace, podría comenzar tanto con el había una vez cómo hace muchos años o en un lugar de Asturias. También se puede hacer un ensamble literario o ligazón. El papel lo soporta todo.

Había una vez, hace muchos años, en un lugar de Asturias de cuyo nombre sí quiero acordarme, dos muchachos avilesinos que embarcaron en la política atraídos por el olor del empleo fijo bien remunerado para el que es condición suficiente estar desprovisto del lastre de la vergüenza y asumir como propias las decisiones impuestas por otros intereses. Es decir, practicar la teatralidad del engaño social teniendo como único horizonte la sobrevivencia económica. A día de hoy siguen navegando por los mismos mares tenebrosos.

Uno, de apellido Aréstegui y nombre Joaquín, con licenciatura en Historia, todo el bagaje positivo de servicio a la sociedad en general y conservadora en particular, que teóricamente representa, queda resumido en la defensa del soterramiento de las vías ferroviarias. Del negativo, de sobra conocido por la vecindad, decir escuetamente que corre paralelo en extensión al de su currículo profesional.

El penúltimo servicio a su partido, que seguramente le reportará un seguro de vida en forma de listado electoral, queda reflejado en la imposición al PP comarcal sobre una de las propuestas del trazado de la ronda norte absolutamente descabellada según criterios técnico y del sentido común, más proclives a la construcción del túnel bajo la ría, al igual que la Autoridad Portuaria y alcaldía de Castrillón. Una vez más este caballero reincide en supeditar los intereses del partido, que hace propios, a los de la comarca de Avilés, que son de todos.

El otro, de nombre Álvaro y apellido Álvarez, licenciado en gesticulación, lleva décadas al mando del partido socialista avilesino. Todo su patrimonio histórico de servicios a la comunidad queda reducido -déjenme pensar-, a la justificación de un proyecto ferroviario injustificable, diseñado desde Madrid por la oficina de Pepiño Gasolineras. Ahora bien, si hablamos de estrategias para conservar las posaderas pegadas al sillón, don Álvaro es un verdadero lince.

Estos dos personajes de la política avilesina y asturiana, de vidas profesionales paralelas, además de regir al dictado los destinos políticos de sus respectivas formaciones en la ciudad de Pedro Menéndez, son diputados en la Junta. No me digan ustedes que tanta devoción al cargo y a la sociedad no es digna de estudio.

Desde esta sección se propone como práctica sociológica para estudiantes de cuarto curso, un trabajo de campo bien elaborado que determine el apoyo ciudadano con el que cuentan ambos personajes, por si les sirve de referencia a los respectivos aparatos de sus partidos políticos a la hora de mantenerlos en el cargo. Propuesta que hago extensiva a los abonados al sillón del resto de España.

Ya que Mariano no está por la labor de modificar la Ley Electoral, permítasenos al menos sonrojar a los vividores a través de la ciencia sociológica. Aunque me temo que estos profesionales de la desvergüenza no mudan de color ni tostándolos al sol.

¿Acaso no sería ésta una práctica democrática de más enjundia que esas primarias descafeinadas con las que nos quiere seducir el PSOE? ¿Acaso no es cierto que las buenas prácticas de estudio sociológico, cuando están enfocadas al servicio del ciudadano, tienen efectos democráticos que ayudan a explicar tanto las causas como la intensidad de la indignación? ¿Acaso no ha llegado la hora de reivindicar el estudio sociológico como arma social y no como ciencia al servicio del poder político y económico manejado por éstos con finalidades psicológicas interesadas?

Cartas

Número de cartas: 46070

Número de cartas en Octubre: 8

Tribunas

Número de tribunas: 2087

Número de tribunas en Octubre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador