¿Milagro?
No. Naturaleza. Octubre de 2008, una tormenta en el Mediterráneo arrastró a 200 buitres leonados a la Isla de Menorca. En su mayoría aves jóvenes que emprendían, como antes otras hicieron, un viaje de juventud que los llevaba a cruzar el Estrecho de Gibraltar. Estos 200 buitres caídos por la furia del cielo a la tierra de Menorca fueron reclamo de esas voces técnicas, ávidas de subvención y yermas de ética en muchos casos, que vaticinaron conflictos con la población de buitres negros menorquina. Han pasado 4 años. De aquellos casi 200 buitres leonados, unos marcharon y otros se han quedado y miren por dónde, sin problemas, negros y leonados juntos, conviviendo revueltos y tan contentos. Una reintroducción natural, conmovedora y gratis para el contribuyente y las aves. Milagro que va por quien aquí (en Aragón le llamamos Hombre del Saco) quiere reintroducir quebrantahuesos en Asturias, por ejemplo, a cualquier precio. El milagro menorquín no ha necesitado trasvasar aves (2, una ya muerta), ni vaciar nidos, ni movilizar helicópteros, ni a la Guardia Civil de Montaña, ni construir un centro de cría en Zaragoza (500.000 ) que funciona un mes al año, bastó una tormenta de otoño. Milagro y lección para quien se lleva lo nuestro para Asturias vaciando nidos y negando valor a la evidencia natural de que volando llegan hasta vosotros quebrantahuesos que con tiempo y sana naturaleza acabarán quedándose. Esta carta escrita por un milagro pide otro; la renuncia del Hombre del Saco a su vocación y a su impunidad cuando arrancara vivo a un pollito del nido y se jacta hoy de que rompe y come huesos en Asturias. Su nombre es Deva y ella sola es toda la población de Picos de Europa, así la "venden". Hombre del Saco cuyo negro silencio hoy en Aragón, augura ciegas fechorías pronto que a cargo de vuestra conciencia queden.
David García Fernández portavoz de LAliaga Barbastro.
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