Innovación y conocimiento
El conocimiento es todo un talento, hay quien lo guarda bajo siete llaves para no perderlo, y otros lo ponen en circulación y generan nuevos talentos. Me comentaba un amigo recientemente: «Hace años comprabas una revista técnica y había contenidos, hoy en día son mucho más estrechas y llenas de propaganda, y, si tienen contenido, lo reparten entre varias revistas por capítulos para vender más». Y es que el conocimiento ya no existe: sólo es negocio. Un negocio gestionado, como tal, por alguien que explotará la gestión del conocimiento, pero... Se olvidará del conocimiento.
La acción es el motor del conocimiento: Newton se colocó debajo de un manzano, y surgió el conocimiento; las primeras madres ofrecieron a comer las manzanas prohibidas en el Paraíso, y la Humanidad se alimentó con los frutos de la ciencia, del bien y el mal, cuán dioses creativos. Es desde la acción, más que desde la reflexión, desde donde surge el conocimiento y su búsqueda para innovar y cambiar las características de la realidad, con el propósito de mejorarla e innovarla tras analizar y tomar conciencia de su insuficiente calidad y competitividad. Con ese conocimiento se establece la más pura esencia de la Humanidad: usar el tiempo concedido en cada presente para, no sólo generar conocimiento, sino transmitirlo a las generaciones venideras. Por tanto, es la acción emprendedora quien debe motivar la búsqueda del conocimiento, y, ciertamente, la Universidad de Oviedo se encuentra muy desmotivada por el sistema empresarial y sus acciones en este Paraíso Natural. Es tan lamentable la situación, que uno ya no sabe si la apatía en la búsqueda del conocimiento para transmitirlo a las generaciones venideras es la causa de nuestra baja tasa de natalidad, o es al revés, y se reduce conocimiento para repartir la carga. Es un imperativo innovar nuestra concepción sobre el conocimiento: la cuestión no consiste en enseñar al cliente-alumno lo que quiere aprender, sino en enseñarle lo que debe saber. La «cultura popular» no consiste en degradar la cultura para hacerla popular y agradable, sino inteligible por la mayoría en su más alto nivel de interpretación.
La Universidad y la empresa, no han investigado, ni tenido descendencia en forma de una FP permanente ocupacional. El conocimiento surge de la acción emprendedora de las empresas punteras y competitivas en este mundo global. Una fuente de conocimiento que mana y se hace río con la FP permanente ocupacional. La FP ocupacional se establece como la impulsora de aquellas empresas que ni son globales, ni punteras, ni competitivas; dando empuje a la innovación del conocimiento a todas las personas de la sociedad, que se beneficia con ello al mejorar su profesionalidad y empleabilidad. El reto del sistema empresarial estará en ser capaz de asumir esta nueva concepción: la FP ocupacional debe ser la descendiente de la relación Universidad/Empresa: los másteres deberán ser fundamentalmente de carácter ocupacional y por ahí seguido. La FP permanente de carácter ocupacional tiene contenidos propios y dinámicos a un nivel superior y adaptativo a los de la FP inicial, que es más general, rígida y reglada. Por tanto, asúmanlo: hay tres FPs de contenidos y realidades diferentes: FP inicial, FP ocupacional, y FP en la empresa.
El INCUAL naufraga embarrancado; ni está en la tierra firme de la Educación y la FP inicial; ni en la mar abierta de la FP ocupacional y la Empresa. Sin embargo pretende capitanear el naufragio exclusivamente desde tierra.
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