No apto para «indignados»
Titular del día 20 de enero de la sección de Economía de LA NUEVA ESPAÑA: «Francisco Luzón deja el Santander con una pensión de al menos 55,9 millones de euros». Acto seguido, como subtitular en la misma noticia: «La patronal bancaria quiere congelar el salario a los trabajadores». Es posible que el ejecutivo en cuestión sea merecedor de tal cantidad y por eso nos quedemos todos calladitos, e incluso que los trabajadores de la banca (yo no lo soy) acepten de buen grado un 0% de subida salarial en favor de aquél. Así y todo, 55,9 millones no caen del cielo cual maná, y me pregunto de cuántos intereses abusivos, embargos, desahucios se habrá servido el Santander para generar la mareante cantidad.
Más. Los políticos decidieron elevar la edad de jubilación a los 67 años, ¿por qué no se incluyeron ellos en la medida?, ¿por qué con sólo «trabajar» (?) dos legislaturas se adjudican una escandalosa pensión vitalicia? Creo indecente que, por ejemplo, Leire Pajín a los 33 años pueda optar a 85.000 euros anuales de por vida. Indecente porque a los 33 años de edad hay mucha gente que ¡ni siquiera ha encontrado su primer y mal retribuido empleo! Quisiera recordar que el pasado mes de noviembre en el Parlamento italiano suprimieron las pensiones vitalicias. Disponían de las mismas prebendas que «nuestras» señorías. Ahora sólo tienen derecho si tienen cumplidos los 65 años y cinco años de mandato. Pero aquí no creo que vayan a tirar piedras contra su propio tejado.
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