Un concejo a oscuras y una corporación ¿sin muchas luces?
Se hace curioso contemplar los pueblos del concejo de Yernes y Tameza a oscuras, ante el corte de luz pública. No recuerdo haberlo visto antes, aunque muchos de los que leáis estas líneas os lleve a otros tiempos ya vividos. Es un impacto relativo a primera vista. Podemos pensar que entre las horas de apagón total de iluminación pública, entre las 23.30 y el amanecer, la actividad en los pueblos es mínima. Algunos ganaderos amigos me comentan que las vacas en parto no entienden de luces, y la madrugada es su tiempo preferido. El apagón municipal lo veo más como un mensaje al mundo rural, no se buscan alternativas, se prefiere ir a lo fácil. Se les pide más y se les ofrece menos. ¿Cómo hemos llegado a esta lamentable situación?
Entiendo que los gestores públicos deben luchar por cuadrar las cuentas, y no gastar más de lo que ingresen. No comprendo, por contra, que los elegidos para llevar hacia adelante los destinos del Ayuntamiento no hayan pensado en que los malos tiempos pudieran llegar. Las primeras y preocupantes consecuencias del apagón no se han hecho esperar, caídas de algunos vecinos y primeros robos en instalaciones que están en construcción.
La nueva Corporación salida de las últimas elecciones no se ha podido encontrar nada nuevo que no supiera de antemano, al ser los mismos que ya nos dirigen desde hace varios mandatos. Por tanto, deberían saber el estado de ingresos y gastos, sus cuentas, ¿o no? Cuando todo iba bien no se ahorró nada, se consideró que no sería necesario tener un remanente económico por si las cosas se torcían. Y el final del gasto inútil ha llegado. Pero ahora la caja está vacía. ¿Es un problema de no verlas venir, de mala gestión, de falta de sensibilidad hacia los vecinos, de incapacidad, de ausencia de ideas? Seguro que cada uno nos decantaremos por una opción.
Creo que la excusa del corte de alumbrado público ha sido el ahorro, pues como ya he comentado la cosa está fatal. ¿No podrían dejar algún punto de luz, aunque se ahorrase un poco menos? Muchos de los vecinos creemos que sería conveniente y de agradecer. Además, creo que para una medida de esta magnitud, el pueblo debería haber sido consultado. ¿Cuántos de los que la han tomado viven en el pueblo? No quiero ser malo, aunque pueden imaginárselo. Ello se suma a situaciones cuando menos cuestionables. Un nuevo edificio de usos múltiples está en construcción y, aparentemente, el nivel de gastos de mantenimiento será notable. ¿De dónde se obtendrán los recursos? Imagino que puede que nos corten el agua o nos cobren por usar los caminos públicos.
Aquellos que disfrutamos del pueblo, por trabajo u ocio, aquellos que pasamos ratos impagables en él, debemos ponernos manos a la obra. Por causa de una gestión cuestionable no podemos permitir que el pueblo se quede a oscuras. La idea de un paso atrás para tomar nuevo impulso no debe ser la excusa. Ya son varios pasos atrás y nada se ha ganado. Es tiempo de sumar, de comprometerse, reivindicar que queremos disfrutar de nuestros pueblos. Si los que pueden no lo hacen o no lo saben hacer, debemos proponerles alternativas. Está claro que se debe ahorrar y pocos lo cuestionan, aunque se hace necesario imponer prioridades. ¿No cuenta el Ayuntamiento con otras partidas presupuestarias a prescindir antes de llevar a cabo un apagón indiscriminado? Creo que muchos pensamos que sí.
¡Cómo cambian las cosas de gobernar con el viento a favor a tener que hacerlo en mitad de un temporal! Ahora se demostrará la valía de cada cual. Que el talento nos guíe, a falta de otra luz (pública). No por el apagón en Yernes y Tameza.
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