Sigue la... desvergüenza
Por fin llegó al poder el Partido Popular. Vale más tarde que nunca, aunque creo que en esta España aún hay mucho masoquismo, a la vista está en los parlamentarios que sacaron los socialistas en estas elecciones a pesar de ser partícipes de esta ruina que padecemos. Después de estos siete años, digo siete y no ocho porque el primer año vivieron de la inercia que les dejó el último gobierno de Aznar. Después fue todo una política de derrochar todo lo que se les ponía a su alcance. Aún recuerdo los «paseillos» de la ministra De la Vega con sus «modelitos», en un país que creían jauja y no en una España que estos socialistas estaban empobreciendo día a día, sin que nadie pusiera coto a tanta desvergüenza.
Como digo, Rajoy llegó a la Moncloa, y ya la prensa y la opinión pública, sobre todo la de estos socialistas, achacaban que el nuevo Presidente, no daba la cara.
Al fin la dio y fue para meter el miedo en el cuerpo a todo el mundo, bueno a todos no, pues si tenemos en cuenta la herencia que nos dejó el Gobierno anterior, no se podía, de momento, pensar en otra cosa que no fueran unas nefastas decisiones para el bolsillo del contribuyente.
Hay algunos que creían que Rajoy se iba a sacar de la manga el dinero que hace falta para estabilizar esta economía, cosa harto difícil a estas alturas, pues todas estas dilapidaciones las tenemos que pagar entre todos, pero todos; los votantes socialistas, los populares y los demás, esto es, los beneficios para ellos y las malversaciones a «escote». Vaya cara.
Oigan, pero si tenemos que pagar hasta las juergas de algunos «señoritos» andaluces, a los que nunca se les acaba el dinero. Esto también vale para una mayoría de estas llamadas comunidades autónomas.
Esta gente tiene más trampas que una película de chinos. ¿Es que no hay forma de llevar a toda esta gente a los tribunales? No me refiero a los del tráfico de influencias, antes llamados «ladrones», sino a esta camarilla de ineptos que, a lo mejor sin llevárselo en el «saco», no supieron administrar el dinero de una nación a la que están condenando a la quiebra.
Luego salen esas «caras nuevas», Rubalcaba y Chacón, que dicen querer «refundar» el Partido Socialista. Oigan, los ensayos con gaseosa… Pues quiero creer que en su partido habrá alguien más capacitado, porque si no estamos aviados.
Además el uno bajo sospecha, y la otra una catalana-separatista, que, ahora es algo andaluza, aragonesa, y seguro que si algún día viene por aquí será una descendiente de don Pelayo. Lo que hay que oír.
Bueno, pues esta catalana, paisana de Rubianes y separatista, ahora quiere liderar un partido español, increíble, pero cierto.
Además creo que este partido socialista es español, aunque con este tipo de candidatos, todo puede ocurrir.
Además, a parte de la crisis económica, la otra crisis, la de valores, la de trabajo, la de hacer las cosas bien, la del esfuerzo, la honradez, el respeto y un largo etcétera, está, lo que se dice vulgarmente, a la «altura del betún».
Además un ex ministro en la tribuna de oradores dijo que Rajoy nos había mentido. Verlo para creerlo; estos que precisamente vivieron de la mentira como algo normal.
Lo dicho y redicho, socialismo es sinónimo de miseria y ruina y ahora a esperar que Rajoy nos saque de esta debacle para dentro de cuatro años volver a votar a los... socialistas. Qué vergüenza, una vez más.
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