Acerca del concejal gijonés Carlos Rubiera
Estábamos tan acostumbrados en Asturias a que el cargo de concejal de Cultura se regalase al más inculto y menos capaz, al que menos molestase e hiciese las veces de jarrón chino, que por una vez que se hace una excepción algunos gijoneses no son capaces de metabolizarlo.
El currículum del concejal de Cultura del Ayuntamiento de Gijón, Carlos Rubiera, redobla en méritos al de todos los concejales de Cultura de Asturias juntos, de los últimos 30 años. De profesión maestro de escuela (Música), Rubiera ha impartido clases de asturiano en la Universidad Popular de Gijón, ha dirigido programas de radio y televisión, ha colaborado en prensa, ha sido uno de los primeros miembros de la Academia de la Lengua Asturiana y es autor de un estudio sobre la tradición musical infantil en Asturias. Como músico, fue uno de los más relevantes pioneros de la nueva canción asturiana, y como cantautor, ha compuesto numerosísimos temas en asturiano, alguno de los cuales (como la habanera «La capitana») ya forma parte del acerbo popular asturiano, estando en el atril de la mayoría de coros y bandas de música de Asturias. Ha grabado diez discos de composiciones propias en asturiano, siendo el último de ellos (no será el último) «Asturianaes», 2007, una auténtica joya de canciones, no sin antes haber incrementado su formación musical en el Conservatorio de Gijón, estudiando canto y piano. Un gesto este que, ya acreditado como artista, le honra una vez más.
En cuanto a la literatura, Carlos Rubiera es creador y ganador de certámenes de monólogos asturianos, ha obtenido el prestigioso premio «Juan Uría Ríu» con un ensayo acerca de la cultura asturiana, ha publicado libros de relatos, cuentos, novelas y poemas, habiendo sido, igualmente, coautor de ediciones literarias, etcétera. ¿Quién da más?
Así pues, la algarada de un puñado de «hiprogres» gijoneses al objeto de defender al saliente director del Festival de Cine de Gijón en modo alguno hace palidecer las brillantes capacidades ni del concejal de Cultura Rubiera, ni de la persona que se nombra sustituyendo a aquél. Y es que resulta un esperpento «zapatético» que todas cuantas veces la izquierda pierde el poder (en este caso, a favor de Foro Asturias) se proclame inventora de la democracia y proclame que sin la izquierda el caos.
El artista gijonés Carlos Rubiera durante todo el arecismo, nos consta, ha sido proscrito, tan injusta como arbitrariamente, por parte de los mismos titiriteros que ahora se manifiestan en pro del saliente director del Festival de Cine. Los mismos que ahora reclaman seguir en idénticos puestos sin dar palo al agua. Y es que los conocidos chiringuitos arecistas, véase la Laboral, la TPA, la «Semana negra», etcétera, han sido su único «modus vivendi» y el de una legión de amigos arecistas más, su señora esposa incluida (recuérdese su ilegal nombramiento como presidenta del Instituto Adolfo Posada). La llegada de Foro Asturias al Ayuntamiento gijonés y de su concejal de Cultura, Carlos Rubiera, es otra historia y los anteriores «chiringuiteros» deberán, por fin, ponerse a trabajar.
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