Tanta corrupción es inquietante
Cada día que pasa, más me sorprenden los políticos. Hace un tiempo que hubo unas elecciones generales. No creo que tengamos nada que objetar en cuanto a que fueron limpias. Exigimos a los políticos que gobiernen con coherencia, transparencia, y poner fin a la impunidad de los diputados, los cuales durante su mandato deberían responder ante los tribunales, todos por igual, sean del signo que sean, si su gestión no se corresponde con las promesas electorales.
No puede haber bulas para los difuntos en aquellos delitos cometidos durante su mandato. El que la hace que la pague. Se recuerda, por último, que están al servicio de los ciudadanos y que no es una profesión de la cual deba sacarse rendimiento, sino una función honorable, que debe ser ejercida con dignidad, coherencia, bondad, y sea provisional con una fecha límite, como ocurre en Estados Unidos y otros países. Los ciudadanos españoles no podemos acostumbramos a algunos señores que llevan muchos años y que siguen relajados y no tienen ninguna prisa en marcharse.
El diablo sabe más por viejo que por diablo. El desmoronamiento de la honorabilidad en las conductas y la seriedad. Debemos procurar tomarnos en serio, que esto no puede seguir de esta forma. Tanta corrupción es inquietante.
En el actual escenario, los salvadores tienen que rescatarnos de los desmanes y las incompetencias de los políticos elegidos democráticamente. La ineficacia no soluciona nada. No se sanciona nada. Es un vivir sin vivir a lo que los españoles estamos obligados, ¿Cómo es posible vivir donde hay tanta desfachatez? Los españoles, el que más y el que menos, de la generación del que suscribe, con más de cuarenta años trabajando, y que ahora tengamos que aguantar esta pesadilla, esta demagogia tan barata, estas mentiras desafortunadas.
De las mentiras están viviendo los políticos desde hace muchos años y quieren seguir con la mentira. Nunca se pararon a pensar si están capacitados para gobernar. Para hacerlo hay que tener muchos valores, don de gentes, ser muy inteligentes, haber ocupado cargos importantes, y haberlos resuelto con inteligencia y acierto.
A mi modesto entender, si sopesa el fruto que da la clase política, no pueden seguir así.
Sus mentiras no pueden seguir así, pues los ciudadanos no los valora. La clase política debe asimilar que son la mentira y la crispación.
Deben darse por aludidos. A mí me quedan pocas afeitaduras: para mí pido poquito, que no nos bajen la pensión, a todos los mayores. Pero hay que pedir para estas generaciones que están muy preparadas y ustedes no pueden seguir dejando a España peor que una escombrera, y luego qué va a ser de estos jóvenes. Piensen en las persona de bondad y recapaciten. Si lo hubieran hecho bien, quizá no hubiesen perdido las elecciones. Tengo que dejar constancia y admiración por la labor que nos han dado los medios de comunicación españoles, los corresponsales en los medios extranjeros muy significativos y dignos de elogio.
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