El obispo y la vicepresidenta
Este país tiene un grave problema: siempre está dispuesto a responder de forma extemporánea cuando cree que le tocan la llaga. Víctima de su pasado, asume el futuro a la defensiva dispuesto a saltar a la yugular de un supuesto agresor, para dejarlo convertido en una nueva víctima: un modo de venganza igualitario.
La Humanidad tiene su comienzo en un acto de rebeldía: comiendo los frutos del árbol de la ciencia del bien y del mal, y, desde entonces, crece transmitiendo sus logros más allá de la muerte del creador de los mismos. Pero, ¿cómo mantener ese espíritu, cómo mantener ese aliento de ser creadores e imitar al mismísimo Dios desde la mortalidad? Ese es el principal logro a transmitir: el espíritu de la libertad creativa. Una libertad que, dadas sus limitaciones mortales, exige un pacto con el futuro: una alianza para afianzar la rebeldía que la garantice y nos redima de estar considerándonos víctimas del pasado. Así nace la religión, a modo de alianza con el supuesto opresor, un espíritu rebelde a transmitir que nos hace la promesa, si nos esforzamos en crear logros para legar un mundo mejor, de saber que hemos hecho lo correcto. Ese pacto garantiza que, si no nos extraviamos en el camino, en los siglos venideros se hará realidad la promesa de vida y libertad en el reino de Dios en la Tierra. Por tanto, tanto creyentes como no creyentes, debemos tener fe. El primer logro histórico fue dejar de considerar opresor al opresor y considerarlo padre; luego fue llegar a verlo como un hijo: fraterno y cercano a nosotros, asumiendo el sacrificio por los otros, haciendo que se mantenga así la llama de un espíritu que late por libertad que se entrega, y no por el poder para poder quitársela a otro, pues el amor al prójimo no es opresión al prójimo.
Al igual que los «heavy metal» hacen las mejores baladas, los ateos hacen las mejores oraciones. Stephen Hawking nos dice que la humanidad debe ocupar los planetas; y pienso en un sistema solar poblado de robots permitiendo a la Tierra convertirse en un santuario de vida. Desde esa simbiosis entre especies como la simbiosis del kéfir y de tantos otros sistemas de vida evolutiva explicados por la recientemente difunta Lynn Margulis-, percibo un nuevo sexo inmortal de espíritu evolutivo vislumbrado ya por los místicos- capaz redimirnos de nuestra caducidad de vida mortal. Desde esa Luna, convertida en nuestra central logística, a través de la ventana de transito a Tierra, los robots nos enviarán nuevos modelos de maquinaria que, fabricados por ellos en el sistema solar, nos permitirán construir nuestro reino en la Tierra. ¿Qué problema tenemos con la religión? ¿Cuál es el fin político? Abominar de la religión y quedarse muermos encastillados y sin salir. Reniego.
¿Qué es eso tan importante entre el obispo de Valladolid y la vicepresidenta? ¿Es ese el problema más importante de nuestro futuro? ¿Lo religioso? Hasta el 15M ha hecho las más sonadas manifestaciones contra la iglesia católica, precisamente, cuando el problema está en la baja competitividad que ha arrastrado a las empresas a una descomunal deuda al mantener un «status quo» por encima de sus posibilidades, cosa que han hecho muchos ciudadanos. En Asturias, esos empleados públicos que son la mayoría de las empresas de aquí, se están rasgando las vestiduras porque la política ha blasfemado y les ha dejado sin un presupuesto. Escandalizados, quieren quitarnos los servicios y se meten con los funcionarios que, siendo empleados públicos de excelencia y mérito, llevan décadas con su poder adquisitivo mermando y, ahora, con bajada de salarios. Mientras, otros, acordaron crecerlos, u otros, fueron desposeídos de ellos y enviados al paro. ¡Déjense de monsergas! Investigación, conocimiento e inversión tecnológica para poder exportar y limitar las importaciones. Reparto de trabajo, riqueza y productividad competitiva también.
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