La poca humanidad de la policía local de Gijón
Pensé, mal pensado, que la labor de la policía debería ser ante todo a atender y ayudar a los ciudadanos y no dedicarse a la caza, captura y atraco de incautos y de infractores, de todo hay.
Todo comienza con una sanción en Gijón por no llevar puesto el cinturón de seguridad, hasta ahí todo correcto (es obligatorio), lo lamentable comienza cuando por las prisas, mi madre, que tenía que acudir a una cita al Hospital de Cabueñes, les indica que por favor se apresuren que llega tarde.
La actitud de los agentes que la pararon es digna de denuncia y rayana en la chulería más descarada. Estos hechos ocurrieron el 07.04.09 en pleno centro de la ciudad a primera hora (08:30) y consiguieron que mi madre se viese llorando y con un ataque de ansiedad en medio de la calle sin que los agentes hiciesen nada. Les pidió una ambulancia, ya que se sentía impotente y sin fuerza para conducir y prácticamente se rieron de ella, se subieron en sus motos y continuaron camino.
¿Quienes se creen que son? Actuar de ese modo con una persona que paga religiosamente sus impuestos, su viñeta, lleva al día la ITV y tiene más de 30 años de antigüedad en el permiso de conducir, es cuanto menos vergonzoso.
Su actitud sigue dejando que desear cuando para dirigirse a ti no tienen ni la deferencia de levantar la visera del casco y siguen con el pasamontañas puesto cual vulgares guerrilleros.
Señores, no somos delincuentes, somos ciudadanos de a pie, que cometemos infracciones y que, a veces, con una sencilla advertencia acerca de nuestra falta sería suficiente para ponerle remedio.
¡No se ensañen con personas normales que tienen sus despistes y prisas! ¿Acaso se preguntaron esas personas si con la pensión de mi madre puede hacer frente a la multa?, (nos olvidamos de los puntos). Iimagino la respuesta, no es su problema, las infracciones se pagan y punto.
Que pena, ver como algunos individuos con solo verse de uniforme, portando pistola y placa se creen ministros de las Fuerzas Armadas. Como si ellos, alguna vez no cometiesen las mismas faltas o peores aún. Sin ir más lejos, cada mañana tengo que ver cómo cuatro motos y un coche están aparcados en la C/ Matadero Marqués de San Esteban, en total 6 agentes, tomando su café tranquilamente y a veces también cometiendo infracción cuando aparcan en las esquinas (pintadas muy monas de amarillo), o en zonas de carga y descarga ¿Y a ellos, quién les multa? Tranquilos, son (algunos se lo creen hasta límites insospechados) la ley.
Solo recordarles que las normas son para todos, señores aterricen de su nube que nadie es más que nadie por llevar una placa, somos pensionistas, somos trabajadores, somos contribuyentes, somos personas.
¡Solo pido un poco más de humanidad, por favor!
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