Orgulloso de Vega-Arango como presidente del Sporting
Mi querido Presidente:
Por circunstancias personales que se han ido sucediendo en mi vida, desde los 12 años no resido en Asturias. Esta situación, condicionada por un equivocado pragmatismo, provoca que no sea socio de esta institución aunque, desde niño, allá donde estuviere he sentido al Sporting como mi equipo. Como quiera que tú eres el Presidente de mi equipo, ergo me dirijo a ti en dichos términos.
El pasado 31 de enero, casualmente estaba en mi casa tomando un café con un afamado futbolista de la actual plantilla del Barcelona, cuando en el televisor aparece tu imagen y la del entrenador. Nos quedamos mudos, sin pestañear, para captar el más mínimo detalle de expresión verbal y corporal. Al acabar la secuencia de la escena, mi acompañante, que nunca te trató directamente, me dice: ¡Qué gran presidente tenéis!; a lo que respondí: ¡Y qué gran persona!
Quien te conozca sabe la lucha interior que deberías tener para que nadie interpretara tus gestos y palabras como «teatro para la galería», pero los sentimientos te traicionaron. Nunca me he sentido más orgulloso de mi Presidente como en esos momentos. Espero dentro de unas semanas experimentar lo mismo con mi equipo.
En estos momentos difíciles es necesario que el «sportinguismo» haga «piña» y esté más unido que nunca.
Tengo la confianza que llevando tú el timón de la nave pasará la tempestad y nos conducirás a buen puerto.
Desde la distancia quiero aportar mi granito de arena. Solicito ser socio con los deberes y derechos pertinentes. Si me aceptas, dime qué tengo que hacer, cuánto es el importe anual y dónde hay que transferirlo. Obviamente no disfrutaré de mi abono pero cedo el asiento a cualquier «sportinguista» que quiera ir a El Molinón y su situación económica actual se lo impida.
Muchos pueden pensar, con razón, que me ha costado muchos años dar este paso, pero más vale tarde que nunca.
Acabo deseando éxito a Manolo Preciado en su nueva andadura profesional y agradeciendo lo que ha hecho por el club. Dentro y fuera del campo «siempre ye un paisano».
A ti te pediría que reflexiones sobre lo siguiente:
¡No crees que es momento de reforzar la dirección técnica con alguien que siempre ha sentido el club, actualmente trabaja en él, con conocimiento y experiencia del difícil mundo del fútbol, vitoreado en todos los campos donde va…? Sí, supones bien, me refiero a nuestro querido Quini.
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