Tapia de Casariego: puntos limpios o puntos sucios
Año tras año, el Consistorio tapiego es víctima de sus propias manías. Que si rayas amarillas para prohibir aparcar (que nadie cumple), que si bolillos en las aceras o que si cursillos de papiroflexia para los peques. La última tolura es la de los puntos limpios. ¿Limpios? Más bien sucios, porque sólo a un chiflado se le ocurre colocar un punto limpio ocupando por completo una acera aún sin acabar, y que obliga a los peatones a tirarse a la carretera, con el riesgo consiguiente (frente a Casa Vicentín). Por si acaso, el Alcalde anuncia la colocación de nuevos puntos limpios de reciclaje. ¡Qué peligro!
Claro que para puntos negros los que ya hemos denunciado mil veces, y ahora recordamos: calles de doble dirección donde apenas cabe una sola; contenedores (habría que retirarlos todos), cheirando que apestan, y con una recogida de basura que obvia los fines de semana, es decir, cuando la hostelería genera más desperdicios orgánicos, con el hedor a que ello da lugar; los aledaños del propio ambulatorio, convertidos en un vertedero de basura, trastos y material de construcción; el entorno de Represas con las papeleras sin recoger durante meses, y hasta que nosotros mismos reclamamos. Mientras eso sí, en verano, una legión de barrenderos, la mayoría haciendo que hacen; el ribeiro de San Martín, un basurero más, al lado mismo del ambulatorio médico; la arena de la Playa del Murallón ocupando las zonas verdes; los columpios rotos y oxidados, un peligro frente a la fuente de San Antonio; la fachada de Adriano Maseda (en la mismísima entrada del pueblo), con aspecto de favela; nuestro solar de la plaza de la Iglesia, un basurero público por la negativa del concejal ingeniero Revilla a permitirnos preservarlo con un parterre natural; las algas de la playa de San Blas, al albur de las mareas hasta que acaban pudriéndose; el Camín del Cuitelo, una barranquera llena de peligro, y sin señalización alguna; o la rampa de acceso al nuevo Consistorio (ya rehecha), donde ya han caído varias personas, por no hacerla dentro del mismo soportal y sin bordillo alguno. ¿Puntos limpios? Habrá que empezar por barrer a la mayoría de quienes ocupan mando en plazo en el propio Consistorio. Ya falta menos.
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