El turno de oficio
Queridos lectores, soy una de los muchos colegiados del Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo. Escribo esta carta porque llevo unos cuantos meses dándole vueltas a una cuestión que, supongo, afecta a bastantes de los abogados que ejercemos en el turno de oficio. ¿Qué podemos hacer cuando a un justiciable se le deniega, una vez realizado nuestro trabajo, el derecho a la justicia jurídica gratuita? Se supone que esa denegación está fundamentada en que la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita del Principado de Asturias considera que esa persona tiene unos ingresos suficientes como para abonar los honorarios de un abogado.
Esto supone que al abogado de oficio ni el colegio ni el Principado le van a pagar este trabajo ya realizado, así que se ve en la obligación de ponerse en contacto con el «cliente» para remitirle la correspondiente factura de honorarios. Hasta aquí, todo perfecto; si ese «cliente» coge el teléfono o recibe las cartas, quizá hasta puedas hablar con él y conseguir que te pague «algo» de la cantidad que te adeuda, pero ¿qué ocurre cuando, tras comunicárselo nunca más te coge el teléfono ni recoge las cartas que le envías? Entonces pensamos «bien, es el momento de presentar una jura de cuentas en el Juzgado y demandar a esa persona», pero resulta que tampoco el Juzgado es capaz de notificar las correspondientes diligencias..., ¡qué podemos hacer entonces? Entonces temamos conciencia de la realidad: hemos realizado nuestro trabajo, pero nadie nos lo va a pagar.
En estos momentos en los que vivimos la mayoría de la gente acude a solicitar la justicia gratuita, y, la verdad, viendo cómo funciona, el que se las sabe todas lo que hace es esto precisamente, solicitar el abogado de oficio, que le asiste en el momento, realiza su trabajo, y, total, si después le deniegan el derecho a su asistencia letrada, ¡qué más da, no vuelve a dar señales de vida y se acabó!, ha sido defendido por un abogado y ya está.
A pesar de que previamente le has informado de una forma muy clara que si «después de examinar la solicitud, la comisión entiende que no tiene derecho a la asistencia Gratuita debe pegar los honorarios devengados por el trabajo que han realizado», creo que en ese momento lo que realmente están pensando es: «Bla, bla, bla...». La mayoría nunca piensan en pagarte.
Es bastante lamentable que, además de que la gente piense que los abogados de oficio somos «peores» que un «abogado privado», tengamos que sufrir esa tan injusta situación.
Marta Rodríguez Arranz, La Fresneda
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