Indignación-desprotección
Escribo esta carta porque siento tal impotencia que sólo me queda el derecho al pataleo y a hacer pública mi indignación.
El pasado martes 7 de febrero alguien entró en mi casa, alguien que ni vive ahí ni es familia y, por supuesto, aprovechando que sabía bien que allí no había nadie, lo cual, «creo» que ya, de mano, es un allanamiento de morada en toda regla. (En España el delito de allanamiento de morada de un particular se encuentra tipificado en el art. 202 del Código Penal (CP), el cual contempla dos modalidades típicas... El tipo básico de entrada en morada ajena y de mantenimiento en la misma contra la voluntad del morador y castigado con pena de prisión de seis meses a dos años (art. 202.1 CP)..; éste es el que nos ocupa. Esta persona no sólo invadió mi intimidad sino que, lógicamente, la «visita» no fue precisamente de cortesía, sino para robarme, exactamente, 350 euros. Era una persona conocedora de mis costumbres, ya que tuvo cuidado en tratar de dejar las cosas lo más parecido posible a como sabe que yo las dejo... pero cometió algún «pequeño» error. Tuvo también especial cuidado en tratar de borrar rastros (huellas), aunque no todas.Yo advertí la falta del dinero justo cuando salía a trabajar, con lo cual no pude ir a denunciarlo hasta el día siguiente por la mañana. Acudo, como es lógico a la Policía, a poner la correspondiente denuncia, suponiéndome «apoyada y protegida por la justicia», y aquí mi indignación empieza a ir en aumento. Me toman declaración y me dicen que bueno, que pasará al juez y que ya me tendrán informada; al preguntar que si no van a ir a tomar huellas y ver si hay algún rastro, me dicen «usted no tiene que decirnos cómo tenemos que hacer nuestro trabajo», lo cual me parece, como poco, una respuesta totalmente inadecuada; que el proceso es así y que «ya me llamarán». Ese mismo día, por la tarde, me llama la Policía judicial y ¡por teléfono! me vuelve a preguntar por los hechos; me dice que no habrá huellas ya que «se supone» que esta persona limpió la caja donde estaba guardado el dinero,y le digo que la caja, igual sí, pero que el dinero estaba dentro de un sobre que aún está allí y que además hay más cosas que han podido ser manipuladas. Me vuelve a decir que «ya se pondrán en contacto», le digo que hasta cuándo, ya que yo no he vuelto a tocar nada, a la espera de que vengan, y me repite que no sabe, que eso depende de la Policía científica. El viernes, 10 de febrero, como nadie se puso en contacto conmigo, llamo yo, y mi sorpresa es que me dicen que no van a venir, ya que se supone que no hay huellas y que no van a ver nada. Asombrada, le digo a la señorita con la que hablo que no entiendo que ni vengan a ver dónde se produjo el robo y que me parece sobre todo increíble que la Policía judicial me tomara declaración por teléfono (podía incluso no ser yo con quien hablaran...) y me dice que la llamada no fue para tomar declaración sino para ampliar información. Le digo, entonces, que yo les amplié la información diciéndoles que había más objetos manipulados y que no entendía que no se molestaran ni en venir a ver si podían sacar algo. Aparte de todo esto, no sé si han hablado con la persona de la que sospechamos, no han hablado con ningún vecino para ver si alguien vio u oyó algo ese día... Si alguien vio a esta persona entrar o salir de mi portal o a los vecinos de rellano por si vieron a alguien entrar o salir de mi casa... No voy a realizar yo la investigación, yo no tengo que hacer su trabajo, ni tengo que decirles cómo hacerlo, pero sí puedo y quiero decirles cómo lo han hecho. Y en este caso lo han hecho mal. Muy mal.
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