Decrecimiento asturiano con acento socialista
El pasado 30 de enero, en este mismo medio, LA NUEVA ESPAÑA, el ex presidente Areces intentaba demostrarnos a los sufridores asturianos las bondades de los treinta años de la autonomía asturiana, los más de los cuales, claro, en lo referido a la acción benefactora, angelical y altruista de la Administración socialista. Decía que tenemos «una red de comunicaciones en avanzado estado». Sí, sobre todo en avanzado estado de descomposición, como el tramo Unquera-Llanes, o la Autovía del Cantábrico en el Occidente, y cuyos más significativos avances se debieron al trabajo a tres turnos de Álvarez-Cascos como ministro de Fomento (véase el artículo de Isidro Fernández Rozada: LA NUEVA ESPAÑA, 19 de abril de 2004).Continúa presumiendo de que no se han producido duplicidades de organismos: ¿no lo es acaso la Procuraduría General de Asturias en manos de la incompetente María Antonia Felgueroso sólo por ser la hermana de la ex alcaldesa de Gijón, con la connivencia del PP para colocar a Noel Zapico?
¿Servicios como Cadasa, Cogersa y demás empresas públicas? Sí, muchas, sobre todo para colocar a los amiguetes en sus respectivos consejos de administración con soldada millonaria. ¿Crecimiento económico de 1982-95? Sí, sobre todo para los sindicaleros y demás prejubilados cuarentones con sueldos multimillonarios que, abandonando sus cuencas mineras de origen, se ponen las chancletas para instalarse en Benidorm, con el visto bueno de Fernández Villa, el mayor cáncer de la política asturiana de todos los tiempos. Y sigue Areces presumiendo del impulso asturiano desde 1999. Sí, sobre todo para sus señorías autonómicas, que disponían de cafetería gratis total en el edificio de la Junta, a más de servicio de odontología de lujo y rematado con suculenta cesta de Navidad. ¿Qué si en sus doce años de desgobierno multiplicó por seis el número de funcionarios? Sí, sobre todo, multiplicó la soldada de su señora esposa, Soledad Saavedra, colocándola ilegalmente de directora del Instituto Adolfo Posada sin la titulación universitaria requerida. ¿Que se recibieron 350 inmuebles, algunos de excepcional dimensión? Sí como el edificio de Justicia (en Llamaquique), que costó 200 millones de euros, inaugurado con goteras y con el desprendimiento de su fachada (hubo que repararlo completamente), alquilando además otras siete sedes de justicia en Oviedo con el despilfarro correspondiente. ¿En Educación? Sí, también grandes avances, sobre todo con los encarcelados por corrupción Iglesias Riopedre, Otero y Renedo. El primero, íntimo de la etapa comunista de Areces, y de cuyo asunto el ex presidente se fue de rositas.
¿Políticas activas de empleo? Sí, sobre todo para los 95.000 parados que nos ha dejado de herencia. ¿Que si Madrid y Bruselas, centros de actividad institucional? Sí, y también África y América, adonde Areces y sus figurantes del PP e IU acudían frecuentemente de excursión, a todo lujo, a costa del erario. ¿Se conoce un solo resultado positivo para Asturias de aquellas excursiones de Areces por el mundo?
Y sigue presumiendo del HUCA. Sí, con un sobrecoste que dobla su presupuesto; igual que el Muselón, sin que nadie sepa para qué va a servir. ¿Demografía? Sí, la más envejecida del mundo, ¡del mundo!, precisamente por la falta de incentivación familiar, salvo que se considere que el aborto y la píldora del día después (como método anticonceptivo) sean la causa, claro. Y acaba Areces aduciendo su «lealtad institucional», así le llama a la sumisión absoluta de Asturias en Madrid; eso sí, con todo y la ocurrencia zapatética de la «Conferencia de Presidentes». Y se despacha el ex presidente insinuando para Asturias un «modelo de orientación federal». ¡Cielos!, otra vez le sale la vena comunista. ¿Estará Areces volviendo a sus pecados de juventud? No lo sabemos. Mientras tanto, nos toca seguir aguantando sus desmanes, sus ocurrencias y, sobre todo, su incapacidad como gobernante de Asturias.
Nota: a ningún político asturiano de los últimos treinta años se le ha ocurrido respuesta alguna al artículo que nos referimos. O lo que es lo mismo: ¿tenemos lo que nos merecemos? Parece que sí.
Félix Martín Martínez
Oviedo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo