A mis padres
Hoy me pongo delante de este papel en blanco porque quiero expresar- desde lo más profundo de mi ser- mis sentimientos hacia dos seres maravillosos. Se que algunos me tildaran de ñona, de anticuada, pero me da lo mismo. Y quiero escribirlo antes de que ellos falten y no lo puedan oír, o falte yo y ya no lo pueda decir. Quiero reconocer públicamente mi agradecimiento y mi reconocimiento a las dos personas que me dieron la vida: mis padres.
Ambos pertenecen a la generación de la postguerra, ambos fueron huérfanos desde muy niños, ambos tuvieron que padecer necesidad y cuando el destino los puso en el mismo camino, ambos sufrieron la incomprensión de sus respectivas familias y tuvieron que luchar por hacer realidad el sueño de todos los enamorados. Se casaron a pesar de todo y pronto nací yo; me siguieron otros tres hermanos y la lucha continuó. El trabajaba de sol a sol para conseguir el sustento y ella lo hacia en la casa, velando por su buena marcha y la buena educación de los hijos.
Recuerdo que, de niños, veíamos a mi padre todos los días, pero nada más que unos segundos: cuando salíamos de la escuela y camino de casa, ante un silbido de mi madre, se asomaba a la ventana de un despacho, que ya era su tercer lugar de trabajo. De lunes a sábado salía de casa antes de que nosotros nos levantásemos y volvía después de que nos hubiéramos acostado. eran las cosas del pluriempleo, tan necesario en aquellos tiempos para subsistir. Solo lo veíamos el domingo. Íbamos todos con la ropa de los días de fiesta a la catequesis y después a la misa. Recuerdo a mi madre siempre de un lado para otro, lavando la ropa de rodillas delante de la bañera y restregándola en una tabla de lavar mientras cantabaunas veces sola y otras acompañando a la radio.
La vida no les deparó más que problemas pero siempre trataron de superarlos con una entereza encomiable y sin rencor. Ambos cuidaron de sus viejos y siempre estuvieron preocupados de las necesidades de los suyos, y siempre lo hicieron con alegría, preocupados por nuestro futuro, de que tuviésemos una vida mejor pero siempre haciéndonos partícipes de todo.
Ahora, a las puertas de los 80, la vida sigue haciendo de las suyas con ellos. Mi padre esta dedicado al cuidado de mi madre y mi madre al de mi padre y todo con muchas limitaciones y en soledad. Es por lo que quiero reconocer públicamente su mérito y que se sepa que tienen mi respeto por que son un ejemplo de valores que no están de moda y mi agradecimiento por que les debo buena parte de lo que soy. ¡Os quiero!
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