Del despilfarro a la Embajada asturiana en Bruselas
Seguimos de sufridores ante la desastrosa herencia que el desgobernante Álvarez Areces nos ha legado a los asturianos. Que si la Procuraduría General de Asturias; que si la Policía autonómica (dos instituciones absolutamente prescindibles y propias de lujos impagables), y que sólo han servido para hundir más a Asturias en la pobreza y en el paro: 95.000 parados.
Pues bien, con los aires de grandeza propios de los nuevos ricos (pagábamos todos los asturianos), Areces compró, como si de un indiano recién llegado se tratara, un edificio en Bruselas, destinado a ser la Embajada de Asturias en Europa. Se trataba de la sede de un antiguo periódico comunista (Areces sigue «naguando» con sus pecados de juventud) y que llevaba un montón de años en venta, declarado en ruina y sin que nadie se interesara por él. Pero en esto llegó Areces: ¡será por perres! 4.000 millones de pesetas y otros tropecientos para su rehabilitación y equipamiento correspondiente, más el personal, etcétera. Todo acorde, en fin, a ser la sede del ricachón Areces. ¿Con qué utilidad? Con ninguna absolutamente, sólo se trataba de ser un grandón, y en esto nadie como Areces, salta a la vista.
Supuestamente, la Embajada de Asturias en Bruselas iba a ser la sede de las grandes operaciones económicas de Asturias ante Europa. ¿Alguien puede citar una sola de estas operaciones que haya redundado a favor de nuestra región? ¿Acaso dicha Embajada trataba de atenuar la inutilidad política del eurodiputado asturiano Antonio Masip? ¿Algún dirigente socialista o alguno de los habituales figurantes de las excursiones arecistas por los cuatro continentes sería capaz de darnos a conocer una sola operación económica favorable a los intereses de Asturias, y no al del afán turístico de los excursionistas, incluidos los habituales acompañantes del PP, IU y demás empresarios de medio pelo?
Pues eso, que ahora toca deshacerse como sea de tanto lastre socialista, y el Gobierno de Álvarez-Cascos se dispone a ello. Lástima que tanto despilfarro y tanta indecencia no tengan el tributo penal correspondiente. Por si acaso, Areces ha preferido huir a Madrid. ¡Será por perres!
Félix Martín Martínez
Oviedo
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