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Magistral conferencia sobre Jovellanos en Salas

29 de Febrero del 2012 - José María Huerta González (Oviedo)

Don Jesús Menéndez Peláez, salense de la parroquia de Lavio, pronunció una muy interesante conferencia en la magnífica Casa de la Cultura de Salas, el pasado 28 de enero. El tema: «Hitos fundamentales en la vida de Melchor Gaspar de Jovellanos y su perpetuo legado para Asturias».

Difícil, para mí, hacer un recorrido de los muchos y variados hitos de una amplia conferencia, llena de sensibilidad asturiana y más llena por la perenne realidad del gijonés Baltasar Melchor Gaspar de Jovellanos (fue bautizado un 6 de enero, día de Reyes, que no es simbolismo, sino perpetua realidad presente y futura de una de las figuras auténticamente humanas del inicio del progresismo de Asturias, unido al penoso concepto político de su entonces, lleno de dificultades y de contradicciones del poder de aquella época difícil y penosa para España.

El porqué del bicentenario de su fallecimiento, ser la figura más representativa del siglo XVIII. Entre sus hitos fundamentales, hijo de una familia hidalga y generosa, nueve hijos. Que caminó hacia la vida eclesiástica, no culminada, de seminarios de varias diócesis. Posterior camino hacia la jurisprudencia, ocupó cargos «ad hoc». En Madrid alcalde de Casa y Corte, es foco fijo de la atención intelectual madrileña.

Visita a su Gijón en 1782, centraliza su interés por Asturias; plantea la necesidad de una carretera Oviedo-Gijón. Un puerto de mar para Asturias, urbanismo en Gijón. En su retomo a Madrid toma contacto con el mundo del arte, camuflado destierro a Asturias. Rehusó entrar en el círculo de amistades de la reina, esposa de Carlos IV, muy influenciada por el valido Godoy. Aprovecha su estancia para estudiar las posibilidades del carbón asturiano. Preocupado por el aislamiento de Asturias por la Cordillera, afronta las comunicaciones con la Meseta, los muchos y difíciles puertos de altura y decide hacer la carretera por el puerto de Pajares. Más la carretera carbonera.

Decidido por el desarrollo de Asturias, crea el Instituto de Náutica y Mineralogía. Aquí el conferenciante, don Jesús, muy buen latinista, advirtió que había sido cura, colocó el principio «Quid verum, quid utile» (aproximadamente «algo para la verdad, algo para el progreso»). Obvió con facilidad problemas en Oviedo (Ayuntamiento, Diputación, Audiencia y Universidad).

Repite ser ministro; acusa dificultades en la nueva gestión. Se le hace volver a Gijón donde recibe un anónimo, sugiriendo el destierro; se cumple al ser desterrado a Mallorca, primero en Valdemosa más tarde en el castillo de Bellver. Como sigue escribiendo y dialogando, aumenta su popularidad. Nuevamente libre, otra vez a Gijón, pero es informado de que los franceses (que habían entrado en España como Pedro por su casa), proyectan capturarlo, por lo que se organiza un viaje por mar a La Coruña, pero en el trayecto surge una tempestad lo que obliga a desembarcar en Puerta de Vega (Navia), donde fallece en 1811. Entretanto España sufría una época sombría y vergonzosa. La llamada realeza en Bayona, en España «reinaba» José I, alía «Pepe Botella» hermano de Napoleón. Etcétera, etcétera y muchos etcéteras.

Retomando la jornada: éxito total para el conferenciante y su tema. Éxito para la anterior Corporación salense, al haber sabido lograr realidad una Casa de la Cultura bajo la dedicatoria a uno de los salenses de fama y voluntad positivas de Salas, don Juan Velarde Fuertes. Y un éxito también a la Asociación Cultural «Amigos del Paisaje de Salas», y su junta directiva.

Si acaso, un breve repuntín no positivo: hay asiento para 55 personas, quedaron asientos vacíos. Una pena. «Sic transit gloria mundi»; así discurre la gloria del mundo.

Enhorabuena a todos. Ya al final próximo de mi postrera etapa, he podido paladear tan magnífica instalación cultural.

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