Una dura batalla
Es de valientes luchar por la vida. La etapa en la que te encuentres es indiferente. El valiente lucha con las fuerzas que le son concedidas. Cuando están a punto de agotarse, los que han vivido muy cerca de ellos, recogen el testigo. Ayudan a superar las enfermedades de los seres queridos; si es a morir, será con la dignidad de los valientes, a través de esa fortaleza edificada en el amor recíproco. De esta manera, te llega el momento de convertirte en ese poderoso guerrero que, nunca sospechaste había en ti, pero que surge de esas fuerzas dormidas a modo de volcán que ignoramos. No estamos preparados para estas batallas, pero algo llamado amor y conciencia, de una manera más bien espontánea, nos ponen en marcha cual legión de espartanos en la batalla de las Termópilas.
Cuando el enemigo asoma por el horizonte, comienza la dura batalla contra el cáncer. Nos podrá o no vencer, pero lo que si conseguirá, será unirnos en los campos de la lucha: hospitales, centros de día, unidades del dolor, etcétera...
Mientras tanto, otro equipo de agerridos guerreros trabajan en los centros de investigación cada día. Su objetivo: la invención del armamento necesario para combatir al enemigo.
No hay batallas sin guerreros; y es de valientes morir en la lucha.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo