Un reservista voluntario honorífico agradecido
El 23 de diciembre de 2006 publicaba LA NUEVA ESPAÑA una carta mía con el título «La Infantería española». Aquellas palabras fueron mi agradecimiento al Regimiento de Infantería Ligera «Príncipe» número 3 por haber suscitado en mí emoción y nostalgia afectivas. Celebraba el Regimiento, como cada 8 de diciembre, los actos en honor de su patrona, la Inmaculada, y tuve la oportunidad de asistir al acuartelamiento para presenciarlos. Era mi primer contacto directo, en aquel 2006, con las Fuerzas Armadas desde que, mucho tiempo atrás, hubiese cumplido el servicio militar (debo añadir que tengo 72 años).
Aquellas palabras, como digo en esta sección publicadas, tuvieron emotiva respuesta a través del ahora general de brigada don Miguel Alcañiz Comas, que por entonces era coronel jefe del Regimiento. Respuesta, mediante una carta que guardo con mucho afecto. Desde entonces casi todos los años fui, en esa efeméride, al acuartelamiento Cabo Noval. Una de ellas, de enorme significado, fue el 8 de diciembre de 2009, para participar en el acto de renovación de compromiso con la bandera. Sin embargo, mi vinculación con el Regimiento «Príncipe» todavía alcanzó un nivel más elevado. Ese vínculo es ahora más fuerte, lo es desde el pasado sábado 25 de febrero, pues en un acto militar solemne celebrado en la Delegación de Defensa del Principado de Asturias recibí el nombramiento de reservista voluntario honorífico con adscripción al Regimiento. La crónica del acontecimiento la publicó LA NUEVA ESPAÑA el domingo 26 de febrero, es por ello que remito a los lectores a esa fecha para conocer las generalidades del acontecimiento. El acto, en sí mismo, ya era, lo digo con emoción, un momento muy especial en mi vida, pero lo fue todavía muchísimo más porque allí presentes estaban mi hermano alférez reservista voluntario del Ejército de Tierra, y dos de mis hijos, uno de ellos, sargento reservista voluntario del Ejército del Aire, y otro, alférez de fragata reservista honorífico.
Quiero, queremos, puesto que lo hago en nombre de toda la familia, dar las gracias a todas las personas, militares y civiles allí presentes y con quienes compartimos nuestras palabras y brindamos por Su Majestad, el Rey. Pido mis disculpas si omito a alguien, pero deseo trasladar el agradecimiento de toda mi familia al coronel delegado de Defensa don Baldomero Argüelles, ya que sus palabras nos llenaron de orgullo, y también queremos dar las gracias por sus atenciones a los señores teniente coronel Corominas, capitán Pina, subteniente Jaime y brigada Trobajo, quienes en todo momento, además de procurar la brillantez del acto, estuvieron pendientes de que todas las personas allí reunidas nos sintiésemos perfectísimamente bien.
Queremos felicitar a todos los reservistas voluntarios ascendidos, a todos los que como uno de mis hijos fueron nombrados reservistas honoríficos, a todos quienes como yo fueron nombrados reservistas voluntarios honoríficos (en especial a los miembros de la asociación de veteranos de la Armada «Lepanto»).
José Antonio García García
Mieres
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