Fátima, El Escorial y el Evangelio (VI)
Las Apariciones de El Escorial, aún no están aprobadas por la Iglesia. La Jerarquía eclesiástica es sumamente prudente y sabe esperar, para evitar así errores. Pero cuando llega el momento, reconoce la realidad de las apariciones. El Catecismo de la Iglesia Católica, con total claridad lo afirma en su número 67: «a lo largo de los siglos, ha habido revelaciones privadas, algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia. Su función no es la de mejorar o completar la. Revelación definitiva de Cristo, sino la de ayudar a vivirla más plenamente en una cierta época de la historia».
Podemos afirmar, basándonos en lo acontecido con Fátima, que la falta de reconocimiento oficial no significa rechazo por parte de la autoridad de la Iglesia, sino que es un tiempo de espera con la mirada puesta en la Divina Providencia, mientras se culmina el estudio de los hechos, para dar un juicio definitivo. Una vez finalizada la investigación y considerada la intervención divina, afirmando expresamente: «Consta la sobrenaturalidad de la aparición».
*Fátima (Portugal, hechos ocurridos en el año 1917): «Tenemos a bien: 1º Declarar dignas de crédito las visiones de los niños en la Cova da Iria, parroquia de Fátima, de esta diócesis, en los días 13 de mayo a 13 de octubre de 1917» (D. José Correia da Silva, Obispo de Leiría , octubre de 1930).
Por tanto, será la Iglesia y sólo ella quien, en su momento y de modo definitivo, declare sobre la sobrenaturalidad o no de los hechos religiosos de Prado Nuevo. Siguiendo el criterio evangélico de Jesús «Por sus frutos los conoceréis» (Mt 7, 16); «Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos» (Mt 7,18).
El Cardenal Arzobispo de Madrid, D. Antonio María Rouco Varela, ha autorizado la celebración de la Santa Misa todos los primeros sábados de mes en la nave «Ave María», junto a Prado Nuevo de El Escorial (Madrid). La Misa se celebra todos los primeros sábado de mes a las 16 h. (4 de la tarde) A continuación, se lleva a cabo la procesión con la imagen de la Virgen de los Dolores y el rezo del Santo Rosario. Esta importante concesión pone de relieve la sensibilidad pastoral del Cardenal Arzobispo de Madrid, respecto de los miles de fieles que acuden a Prado Nuevo, quienes podrán participar así en la Misa cada primer sábado de mes. Así como confesarse con un sacerdote, tanto en la nave Ave María, como en el mismo Prado Nuevo (y en diversos idiomas). Al permitir el Cardenal D. Antonio María Rouco, la asistencia de sacerdotes y religiosos/as a Prado Nuevo e invitándolos a cumplir con su ministerio (participar en la Santa Misa y confesar y dirigir a los peregrinos, sobre todo aquellos que sienten inquietud de llamada a la vocación religiosa o sacerdotal).
José Antonio Colao Álvarez, Coordinador en Asturias de la Asociación Internacional Amigos de Prado Nuevo.
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