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La Policía Nacional no es racista, es "delincuentista"

22 de Marzo del 2012 - Isabel González Fernández-Argüelles (Avilés)

Al presidente de Amnistía Internacional en Asturias, Sr. D. Francisco Javier Fdez. López.

Muy Sr. Mío:

Ya pensaba que no escribía en esta sección nadie más pueril y simple que servidora, pero con su carta titulada "Parar el racismo, no a las personas", compruebo asombrada que alguien de su talla como presidente de tan digna entidad internacional pueda desbancarme sobradamente.

Me pregunto (con el debido respeto hacia su persona y cargo) si vive usted en una especie de realidad virtual como aquel idílico "paraiso de Sangrilá" cinematográfico o si por un casual sobrevuela usted las ciudades españolas a vista de pájaro...La presidencia de tan loable ONG como es Amnistía Internacional le debería dotar de una panorámica tridimensional de la realidad en vez de proporcionarle sólo una óptica "a vuelo rasante".

Dicha presidencia de Amnistía Internacional en Asturias que lucha a nivel mundial por los Derechos Humanos, no creo que le capacite para emitir juicios éticos y morales a todas luces equivocados sobre la policía diciendo que "fomentan el racismo y la xenofobia" en lo que usted llama "redadas discriminatorias simplemente por el color de la piel", cuando la persecución de la delincuencia foránea por parte de la policía es también salvaguarda de los derechos de los ciudadanos de a pie, trabajadores, contribuyentes, familias, pequeños comerciantes, colectivos desprotegidos como menores desamparados, etc., que no por haber tenido la suerte de nacer en el "Primer Mundo" merecen ser pasto de la impunidad de mafias extranjeras de distintas etnias.

Para su conocimiento y desde el mío propio, si LNE tiene a bien publicar esta carta, paso a informarle someramente de la distribución de los funcionarios de policía en España (a los que usted alude) en distintos grupos que se reparten la desagradecida y peligrosa labor de la lucha contra la delincuencia, exponiendo a diario su vida (sí señor, lo que lee, su vi-da...) en múltiples ramificaciones de su organigrama: "Seguridad ciudadana", "Estupefacientes", "Extranjería", "Personas desaparecidas", "Grupo de Menores", "Lucha contra la explotación sexual", "Lucha contra el tráfico de personas", "Lucha contra el terrorismo", "Información", "Delitos informáticos" y otros.

Ahora un caso práctico: Supongamos que encuentra, en medio de un mercadillo (o a la puerta de un supermercado, como dice usted en su carta) de cualquier pueblo o ciudad asturianos, a una mujer joven aparentemente extranjera con un bebé llorando en sus brazos, mendigando muerta de frío, mientras varios individuos de etnia gitana rumana esperan cerca para hacerse cargo de la "recaudación" de la chica... Como conocedor de nuestras leyes, usted sabe que es delito en España utilizar a menores para la mendicidad, y además observa la situación de riesgo de la chica y el bebé con un frío siberiano a la intemperie, por todo lo cual decide llamar al 112 para que éste coordine los servicios sociales y sanitarios disponibles que rescaten a ambos de la flagrante situación de riesgo... Cuando llega un equipo de personal sanitario, los sujetos antes mencionados tratan de llevarse por la fuerza a la chica y al bebé, y una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional que acude al punto también requerida por el 112 se ve obligada a identificarles, detectando múltiples antecedentes penales en dos de ellos, por lo que proceden a su detención...

¿Los Derechos Humanos de quiénes de estas personas se estaban vulnerando en este caso...? Mafias extranjeras muy peligrosas y poderosas operan en toda España sirviéndose de personas de distintas razas que han llegado en un alto grado de precariedad a nuestro país y a quienes la policía debe identificar en cumplimiento de su deber, sin ningún tinte de racismo o xenofobia, muy al contrario, con grandes dosis de humanidad en las numerosas actuaciones que yo he podido presenciar a título profesional y personal.

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