Ni a punta de pistola...
Ante la muy diáfana situación expuesta por este diario el pasado domingo sobre la persistente situación de duda en el resultado final de las elecciones del próximo domingo en nuestra autonomía asturiana, duda que, según tan magistral encuesta publicaba, surge en el colectivo elector sobre qué hacer, qué decidir, a qué colaborar para el resultado final que más debiera favorecer a Asturias...
Subiendo yo, hace pocos días, la empinada cuesta de la calle Padre Aller en Vallobín, caminando muy despacio por mi edad de nonagenario, tuve tiempo de oír y escuchar una conversación a la puerta de un bar con distintos pareceres, pero precisamente sobre el mismo tema. Qué votar el próximo domingo, en lo que había distintos pareceres personales sobre ideologías y sobre la dificultad de tomar una decisión lo menos desacertada posible. «Yo no me encuentro representado por nadie, ni por ningún partido»... «Pues yo (en tono decisivo y fuerte, se oyó esta frase) ni a punta de pistola iré a votar»..., etcétera.
Y se nota en otras conversaciones que la desorientación aumenta y no es raro oír «yo no voy a votar», o sea, se prevé un aumento de la abstención que sólo favorecería al novato partido aquí, UPyD. A este estado de confusión induce la repetición de la ruptura (ya ha años) cuando gobernaba Marqués, escena que hoy parece repetirse, lo que no está nada oscuro, el amor propio exagerado puede llegar a ser preocupante ética y políticamente. También influye (no lo dude nadie) el hecho de la tremenda siesta, muy larga, que ciertos politiquillos disfrutaron en toda España, especialmente aquí en Asturias, previo el logro de inmerecidos ingresos...
Y en cuanto a mí, que mucho trabajé por AP y más tarde el Partido Popular (del que me di de baja), estaba en la duda de si no votar o votar en blanco; decidí ir a votar, pero aún no se cuál será la postura más acertada, votar en blanco o votar al Partido Popular, pues si decido esto último, lo haría ya en concepto de una obra de caridad, como de una limosna al citado partido, en busca de evitar el partido que nos gobernó unos cuantos años... y ya vemos en qué situación se encuentra Asturias. ¡Asturias, patria querida, Asturias de mis amores! Hoy cambiaría algo la letra de nuestro himno «Asturias, patria perdida, Asturias de mis dolores». ¿A qué y por qué Asturias llegó a tan lamentable situación? Cien mil parados, la mayoría jóvenes, creciente emigración...
José María Huerta González, Oviedo
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